No menos de una decena de veces hemos tenido la oportunidad de ver esta -para quien les escribe- verdadera joya del cine latinoamericano (Co-producción entre Colombia, México, España y Brasil, para ser exactos). No nos tiembla el pulso a la hora de decir que es una de las películas más fascinantes de los últimos años, aunque no ingrese en la consideración de las ligas mayores (léase Hollywood y otros puntos símiles). Esta fascinación a la que hacemos referencia tiene sin dudas su sustento en los dos pilares sobre los cuales se cimenta ROSARIO TIJERAS: por un lado, la poderosa presencia escénica de la Rosario en la ficción, Flora Martínez. Y por el otro, el gran trabajo del director mexicano Emilio Maillé, quien curiosamente tiene a ROSARIO TIJERAS como su única incursión en la pantalla grande, al menos hasta ahora.
La historia, basada en el best seller del escritor colombiano Jorge Franco, y narrada con la utilización de permanentes flashbacks que avanzan y retroceden a través de la trama, se sitúa en Medellín, a finales de los años ochenta. Cuenta la vida de Rosario, una mujer tan bella como peligrosa que se mueve en el submundo del narcotráfico como pez en el agua. Su particular oficio es el de sicaria, es decir que asesina por dinero. Proviene de una familia humilde con pasado tumultuoso, de hecho fue violada en dos oportunidades siendo niña: la primera por su padrastro (ante la inacción de su madre) a los ocho años. Y a los catorce, por un sujeto del cual se vengó cortándole los testículos con una tijera de podar.
Ya de adulta, Rosario -interpretada por esta inusualmente hermosa actriz canadiense, hija de padre colombiano, Flora Martínez- junto a su hermano Jonhefe (Rodrigo Oviedo), conocen gente de pésima calaña, y de hecho, trabajan para ellos como asesinos a sueldo. Rosario se encuentra una noche en una disco con dos jóvenes de extracción social muy diferente a la suya; uno de los cuales, Emilio (Manolo Cardona) se siente fuertemente atraído por ella. Se conocen, y pasarán a vivir una desenfrenada relación basada casi con exclusividad en el sexo. Pero pronto será el otro joven, Antonio (muy bien interpretado por el español Unax Ugalde), quien tomará enorme importancia para Rosario, transformándose sucesivamente en su amigo, su confidente, y algo más.
Las preciosas imágenes de la Medellín de hace dos décadas cobran un papel superlativo en ROSARIO TIJERAS. De día o de noche, las subyugantes tomas que Emilio Maillé nos muestra, van dejando ver que la vida de los personajes late al compás de esas luces titilantes de la ciudad nocturna, de los hermosos amaneceres que van naciendo detrás de ella, o en la inquietante violencia que emana de los barrios bajos desde los cuales han surgido Rosario, sus familiares y amigos. Excepto Antonio y Emilio, claro.
Honestamente, nos pareció una de las películas más conmovedoras que hayamos visto. Las actuaciones de Flora Martínez y de Unax Ugalde son excelentes, dotando ella a su Rosario de desgarradora visceralidad; y él a su Antonio de creíble inocencia. La lucha de Rosario por escapar de su irremediable destino, y de hallar un verdadero amor en medio de cientos de hombres que pugnan por poseerla, es francamente emocionante.
La tensión y la violencia se palpan, se perciben casi permanentemente, a lo largo de las más de dos horas que dura la cinta. Dos horas que se pasan volando, tal es el hipnótico efecto que la película produce. Inclusive, es interesante su visión más de una vez, para terminar de comprender cada pequeño detalle del guión que pudo haberse escapado en medio de tantos flashbacks, idas y vueltas.
Mucho más que recomendable, la experiencia de ver ROSARIO TIJERAS nos deja una curiosa mezcla de sentimientos: amargura ante lo impiadoso de las vidas de algunos personajes, fascinación por el desfile de sugestivas imágenes, admiración por el talento y el porte de Flora Martínez, y un inmediato deseo de volver a ver el film, una y otra vez.
Título: "Rosario Tijeras"
Año: 2005
Origen: Colombia / España / México / Brasil
Director: Emilio Maillé
Principales intérpretes: Flora Martínez, Unax Ugalde y Manolo Cardona.
Duración: 126 minutos
Calificación:☻☻☻☻☻☻☻☻☻☻!!
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-