Sin lugar a dudas, uno de los films preferidos de quien escribe, cómodamente instalado en el top five de las mejores películas que he visto en mi vida. O que más me han gustado, al menos. De hecho, no pude disfrutar de la magia de la versión original -la del año 1922, dirigida por F.W. Murnau y estelarizada por el exótico Max Schreck-, del mismo modo en que lo he hecho con esta remake, la cual he visto mínimamente una decena de veces.
La historia es por demás conocida: el viaje del agente
inmobiliario Jonathan Harker (interpretado por el gran actor suizo Bruno Ganz, a quien hemos apreciado en clásicos como "Los Niños del Brasil", "La Dama de las Camelias", o más recientemente en su imponente personificación de Adolf Hitler en "La Caída") desde la ciudad de Wismar (en Alemania) hasta Transylvania, situada en medio de los Montes Cárpatos. El motivo de tal travesía: ofrecerle al siniestro Conde Drácula (el maravilloso Klaus Kinski, también disfrutable en joyas como "Doctor Zhivago", "Aguirre: la Ira de Dios" o "Fitzcarraldo") una mansión para comprar en Wismar.
Con tal objetivo entre manos, tras despedirse de su esposa Lucy (la fascinante actriz gala Isabelle Adjani, a quien hemos admirado -profundamente...!- en "Verano Caliente" -"Un Verano Mortal", sería la correcta traducción-, "Camille Claudel" o "Diabólique"), a la que Adjani le imprime su única e inimitable espectral palidez helada!, Jonathan se dirige a caballo en este largo viaje, el cual le toma varios días llevar a cabo.
Al llegar al lúgubre y fantasmal castillo en los Cárpatos, se enfrentará a la siniestra abominación encarnada magistralmente por Kinski, donde asistiremos a algunas de las escenas más oscuras y tenebrosas de la historia del cine de terror, tal como aquélla en la que el Conde le susurra a Jonathan en medio de la soledad y el silencio nocturno de los Cárpatos, solamente alterados por el lastimero llanto de los lobos en las afueras del ruinoso castillo... Simplemente, uno de los mejores momentos que el Séptimo Arte nos ha brindado a los amantes del cine más terrorífico.
La acción proseguirá luego con el descubrimiento de la belleza de Lucy a manos del Conde, tras ver un pequeño retrato que Jonathan lleva consigo; y la posterior obsesión por ir en su búsqueda hasta Wismar, adonde llegará en un barco completamente infestado de ratas, las cuales diseminarán la peste por esa región de Europa... De más está decir que toda esta porción del filme está atiborrada de escenas inolvidables, enmarcadas en una fotografía sencillamente alucinante: por sólo citar un ejemplo, el arribo del barco al puerto de Wismar, tan sólo tripulado por su capitán -muerto- y amarrado al timón, más una infinidad de roedores que rápidamente comienzan a diseminarse por la ciudad, es sumamente impresionante. En realidad, casi toda esta realización lo es, por lo cual no tiene mucho sentido describir tal o cual pasaje, este film es arte puro y absoluto en su más oscura expresión; de visión indispensable para cualquier amante no sólo del género de terror, sino del cine en general.
No hay palabras para describir las labores actorales de la "pareja central", el polaco Klaus Kinski y la francesa Isabelle Adjani...: ambos en sus respectivos roles antagónicos, dotan a sus personajes de una magnífica y absoluta belleza, a nuestro modesto entender nunca igualada en ninguna otra producción del estilo. Todo elogio es escaso si de ellos dos se trata.
El trabajo del histórico director alemán Werner Herzog ("Aguirre: la Ira de Dios", "El Enigma de Kaspar Hauser", "Fitzcarraldo") es impecable, logrando la ambientación más atmosférica posible, pletórica de depresión, oscuridad y tristeza; a lo cual colabora la descomunal banda sonora del filme, a cargo de Popol Vuh: ambiental, opresiva, asfixiante.
En síntesis: desde nuestra óptica, una de las más fantásticas expresiones del arte cinematográfico de todos los tiempos... Cómo no recomendarla efusivamente?
Título: "Nosferatu: Phantom der Nacht" ("Nosferatu")
Año: 1979
Origen: Alemania / Francia
Director: Werner Herzog
Principales intérpretes: Klaus Kinski, Isabelle Adjani y Bruno Ganz.
Duración: 107 minutos
Calificación: 10 puntos!
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Buenisimo, también hay cine en Oxido! La Nosferatu de Murnau también es genial, y vale la pena ver "Shadow of the Vampire", una historia apócrifa basada en la filmación de la Nosferatu original, donde plantea que el actor, Max Schrek, era un vampiro de verdad!
ResponderEliminarHola Exequiel!
ResponderEliminarSi, todo lo hacemos desde la pasión y el caradurismo, jajaj... :)
Pero bueno, siempre he sido un apasionado del cine y tengo miles de películas vistas, por eso se nos ocurrió compartir algo de todo eso aquí... :)
Supe esa historia acerca de Max Schreck, la verdad que no hace más que agregarle un tinte aún mayor de misterio al personaje, no...?