Caso curioso el de esta co-producción germano/francesa/polaco/yugoslava, que a fines de la década del 70' y principios de los 80's, supo despertar muy favorables comentarios en críticos cinematográficos de todo el mundo, a punto tal de transformarse en objeto de culto para devotos cinéfilos del orbe entero. Nunca había tenido la oportunidad -o las suficientes ganas- de ver el filme completo. Finalmente, habiendo conseguido una edición en formato DVD, esta falta quedó solucionada.
Pero debo decir que la obra no estuvo a la altura de las expectativas generadas, como así tampoco de los exagerados elogios que los entendidos en la materia le han reservado. Al menos, para el modesto entender de quien escribe.
La trama gira en torno al pequeño Oskar Matzerath (David Bennent, cuya única actuación importante, fuera de ésta, ha sido en "Leyenda"), un niño de tres años que por propia voluntad detiene su crecimiento (Qué bueno sería poseer tal facultad!) a esa edad, a modo de rebelión y rechazo contra el mundo que lo rodea. El mencionado Oskar pasa casi todo su tiempo tocando compulsivamente el tambor de hojalata rojo y blanco del título (regalo de sus padres), el cual va reponiendo por otros exactamente iguales a medida que se rompen mientras se desarrolla la acción.
La misma tiene lugar en épocas de la Segunda Guerra Mundial, con el nazismo como trasfondo de lo que ocurre en la vida del atormentado Oskar. La madre de éste, Agnes (Angela Winkler, partícipe también de "Danton" como un escaso antecedente de relieve), se debate entre su marido Alfred (el actor suizo Mario Adorf, entre cuyos créditos encontramos "El Pájaro de las Plumas de Cristal" y "La Desobediencia") -un individuo rústico y limitado que simpatiza con los nazis-, y su propio primo Jan (el intérprete polaco Daniel Olbrychski, que es quien presenta los mejores pergaminos dentro del elenco: "Bolero", "Rosa Luxemburgo", "La Insoportable Levedad del Ser" y la muy reciente "Salt"), de quien se supone que es el verdadero padre de Oskar. Aquí vale remarcar que la relación entre ambos hombres es muy buena, pese al hecho descripto.
Como mencionamos, el niño crecerá en edad a lo largo del metraje hasta llegar a la adolescencia, pero esto no se verá reflejado en su apariencia, que continuará siendo la de un pequeño infante, atormentado por su grave visión del mundo, aferrado a su tambor -el cual sostiene junto a él contra viento y marea-; y que también es poseedor del extraño don de destruír cristales por medio de un chillido híper agudo que emiten sus cuerdas vocales, especialmente cuando se enoja porque alguien pretende que deje de hacer sonar su tambor de hojalata.
Honestamente, esta obra del muy reconocido cineasta alemán Volker Schlondorff ("La Guerra y la Paz", "El Gran Amor de Swann", "Muerte de un Viajante"), me pareció demasiado sobrevaluada. No hay una trama argumental excepcional que merezca tan buenos adjetivos, ni tampoco un tratamiento de las imágenes inolvidable... La acción no es tal, sino que debido a su gran extensión, la película se hace lenta y tediosa. No parece estar del todo claro hacia dónde se dirige el personaje central, y si lo está, igualmente todo va sumergiendo al espectador en un letargo del cual -al menos quien escribe- no se puede escapar. Y a medida que el filme avanza, este hecho -lejos de corregirse- se acentúa.
Después de treinta años de escuchar y leer cómo se le adjudicaban elogiosos adjetivos, esperaba muchísimo más de "El Tambor". En cambio, me dejó tan sólo la endeble satisfacción de haberla visto y analizado al fin, pero quedándome la sensación de que podría haber empleado mejor mi tiempo dedicándome a otra cosa.
Título: "Die Blechtrommel" ("El Tambor")
Año: 1979
Origen: Alemania Oriental, Francia, Polonia, Yugoslavia
Director: Volker Schlondorff
Principales intérpretes: David Bennent, Mario Adorf y Angela Winkler.
Duración: 142 minutos
Calificación: 5 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario