Blade Runner (1982)

A estas alturas, reseñar un clásico del Cine como "Blade Runner" se basamenta, más que nada, en cumplir con una satisfacción personal de quien escribe, ya que esta verdadera Obra Maestra del director británico Ridley Scott (a quien, valga la redundancia, también le calza perfecto el título de Maestro) no necesita ya en pleño año 2020, ni reseñas, ni más alabanzas. Todo eso ha existido en abundancia desde el año de su estreno (1982) hasta la actualidad.

Pero como decíamos, "Blade Runner" pertenece a un selecto grupo de películas que hemos visto más de una decena de veces, nunca aburriéndonos, nunca cansándonos, nunca dejándola de ver hasta el magistral cierre. Y siempre descubriendo detalles nuevos, además. Tanta magia!

Seguramente todos (o la gran mayoría) conocen la trama argumental, más o menos en detalle. La historia está basada en la novela post apocalíptica "Do Androids Dream of Electric Sheeps" ("Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?"), del autor estadounidense Philip K. Dick.

El posteriormente híper famoso Harrison Ford es Rick Deckard, el "Blade Runner" del título; encarna a una especie de policía-cazador de androides ("Replicantes" son denominados en el filme), cuya misión es precisamente, salir a cazar y exterminar a cinco de éstos. Los cuales han sido creados mediante bio-ingeniería por una Corporación que los ha pergeñado para ser utilizados en trabajos esclavos en colonias terrestres en el espacio. Bueno, pues este grupo ha fugado, dejando tras de sí una serie de asesinatos.

La acción transcurre en 2019 (o sea, ya pasó!), año en el que justamente falleció el gran actor holandés Rutger Hauer, encargado de dar vida al líder de los replicantes, una unidad "Nexus 6" (presentada en el guión como el modelo de androide más avanzado) que responde al nombre de Roy Batty.

Los otros intérpretes destacados del film son Sean Young (como la quinta replicante, llamada Rachel, personaje de fundamental importancia en el guión), Daryl Hannah (quien encarna a Pris, otra unidad "Nexus 6", por la cual Batty parece tener especial cariño, si es que cabe la palabra), y Edward J. Olmos (quien es Gaff, el encargado de reclutar de su cuasi retiro, y además de "supervisar" la labor exterminadora del "Blade Runner").

El móvil que persiguen los replicantes es tratar de alargar su esperanza de vida, la cual está reducida a tan sólo cuatro años a partir del instante en que comienzan sus existencias. Esto desvela a Batty y los suyos, quienes tratan de llegar al Presidente de la Corporación encargada de fabricarlos, el Dr. Eldon Tyrell (Joe Turkel), la mente creadora que dio vida a estos peculiares robots. Para qué? Pues para que los modifiquen genéticamente y puedan vivir más.

Desde las primeras escenas, "Blade Runner" es sencillamente fascinante. Presenta un mundo futurista que evidentemente poco y nada tuvo que ver con lo que finalmente le deparó a la humanidad el año en el que transcurren los hechos, 2019. No hay en la Tierra de hoy día ni autos voladores, ni ciudades tan fantásticamente presentadas como esta Los Angeles. Ni tampoco entidades tan monumentales como el edificio de la Corporación Tyrell, ni androides casi humanos que se difuminan entre las personas. Honestamente, lo que más diferencia la realidad actual de la que vivíamos en 1982, el año en el que se filmó "Blade Runner", es internet y sus hijos dilectos, los celulares y toda su familia de aparatos por los cuales la humanidad de esta era se desvive hasta trasnformarlos en imprescindibles. 

La banda sonora cumple un rol preponderante en la película, fundamental es el aporte de los fantásticos teclados del gran compositor griego Evangelos "Vangelis" Papathanassiou; a nuestro humilde entender las imágenes no hubiesen alcanzado el alto impacto conseguido, sin los envolventes y atmosféricos sonidos que acompañan la acción. Y eso sin mencionar el tema que acompaña los títulos finales del film, uno de los mejores instrumentales cinematográficos de todos los tiempos.

Con el paso de los años, la buena prensa del filme fue in crescendo notablemente, en desmedro de quienes en un principio veían como un aspecto negativo la falta de vértigo en algunos pasajes, sobre todo durante la primera mitad. Lo que nosotros observamos es que la magia visual que emana de la pantalla es tal, que todo posible detalle negativo va quedando en un segundo, sino en un tercer plano. Las imágenes oscuras y asfixiantes de esta Los Angeles post apocalipsis, con las inmensas visiones de los edificios mostrando rostros de mujeres asiáticas desparramando sonrisas y anuncios, en medio de los sonidos ambientales de Vangelis, no tienen parangón entre otras películas del género, inclusive entre las más cotizadas. Todo se enmarca en un decadente mundo futurista cyber punk.

Párrafo final para la escena previa al cierre, entre Deckard y Roy Batty. Alcanza un inédito pico de emoción, que llega incluso a hacerle replantear al espectador acerca de sus empatías o rechazos por los personajes a lo largo del film. Y el final, abierto, que incluso dio paso a una interesante pero no del todo necesaria secuela, estrenada en 2017. La cual logró poco más que agigantar el prestigio de esta monumental Obra de Arte, de su banda de sonido, de sus personajes, de su director, de sus actores, y de su intenso encanto para los sentidos.

Unica. Incomparable. Y para ver varias veces.

Título: "Blade Runner"
Año: 1982
Origen: Estados Unidos
Director: Ridley Scott
Principales intérpretes: Harrison Ford, Rutger Hauer y Sean Young
Duración: 117 minutos
Calificación: ☻☻☻☻☻☻☻☻☻☻

Comentario: Javier Parente, para OXIDO.-