Harry Potter, ultra archi famoso personaje literario llevado al cine en una saga de siete películas, nunca ha sido uno de los favoritos de quien escribe. Supongo ha de deberse a una cuestión de edad: probablemente me hubiese fascinado, de haber aparecido en mis años adolescentes. Hoy en día, veo a Harry como un tipillo destinado a absorver espectadores muy jóvenes y ávidos de consumo de efectos especiales. Y obviamente, que le ha proporcionado a su creadora, J.K. Rowling, eterno bienestar económico.
No habiendo seguido la serie en cuestión, y habiendo visto tan sólo dos de los filmes previos (los primeros), igualmente acepté la invitación de una amiga muy querida para concurrir a una sala cinematográfica a ver qué era de la vida del joven mago con anteojos, sabiendo además que "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte" es la última película de la historia, a su vez dividida en dos partes.
En este caso, la trama gira en torno a las peripecias que viven Harry (siempre encarnado por el expresivo Daniel Radcliffe) y sus laderos Hermione Granger (la joven actriz parisina Emma Watson) y Ron Weasley (Rupert Grint), tratando de escapar de su mortal enemigo Lord Voldemort (el reconocido y algo de moda Ralph Fiennes), el mago de la oscuridad y líder de los letales Mortífagos.
Honestamente, el hilo argumental de la película se me hizo un poco difícil de seguir, al no estar debidamente empapado de la extensa galería de personajes que desfilan por la pantalla: Ojoloco Moody, el Ministro de Magia Rufus Scrimgeour, los elfos Kreacher y Dobby, Xenophilius Lovegood, la malvada Bellatrix Lestrange, Luna, y una larga lista de etcéteras.
Por supuesto, los efectos visuales de esta súper-producción son alucinantes. Muy especialmente el tramo en el cual Hermione va leyendo "La Fábula de los Tres Hermanos", donde va explicando de qué se tratan las reliquias de la muerte del título: la Varita de Saúco, la Piedra de la Resurrección y la Capa de la Invisibilidad. Las imágenes animadas que acompañan la voz de Hermione son sencillamente encantadoras.
En las labores actorales, siempre es maravilloso poder ver en un reparto a Helena Bonham Carter, la esposa del enorme director Tim Burton, quien en este caso se hace cargo del rol de Bellatrix Lestrange. Bonham Carter es una experta en dar vida a personajes oscuros y retorcidos (recuérdese sus actuaciones en "El Planeta de los Simios", "Conversaciones con Otras Mujeres", "Sweeney Todd", "Alicia en el País de las Maravillas", y varias más). Su imagen en este caso atrae de inmediato todas las miradas.
Los tres intérpretes centrales cumplen muy bien con sus caracteres, los cuales, sin lugar a dudas, los divierten. Y eso se nota. Casi toda la filmografía de estos tres jóvenes se remite a las películas de esta serie, y no es desatinado acotar que han crecido junto a ella: desde aquélla lejana "Harry Potter y la Piedra Filosofal", del año 2001, han ido mutando paulatinamente de niños a adolescentes.
El inglés David Yates es el director del film, quien también ha tenido a su cargo las partes previas "Harry Potter y la Orden del Fénix" y "Harry Potter y el Misterio del Príncipe". Su labor es correcta, y por momentos logra lo que para nosotros, en este tipo de obras, constituye un mérito: le baja los decibeles al vértigo de lo que ocurre en pantalla.
En resumidas cuentas: Harry Potter y sus aventuras no van a cambiar la historia del mundo, pero sin dudas constituyen un imán irresistible para su innumerable legión de fans de todos los rincones del orbe. A punto ya de culminar la saga (la segunda parte de "Las Reliquias de la Muerte" ya tiene fecha de estreno para mediados de 2011, en formato 3D), suponemos que los devotos de Harry se aferrarán aún más a este film y su secuela, por tratarse del final de una década de hechizos y encantos. Recomendable y entretenida, como seguramente han de ser todas sus predecesoras.
Título: "Harry Potter and the Deathly Hallows: Part 1" ("Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1")
Año: 2010
Origen: Reino Unido / Estados Unidos
Director: David Yates
Principales intérpretes: Daniel Radcliffe, Emma Watson y Helena Bonham Carter.
Duración: 146 minutos
Calificación: ☻☻☻☻☻☻☻
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
jueves, 9 de diciembre de 2010
martes, 9 de noviembre de 2010
Bajo Anestesia (Awake)
Atípico film enrolado en el género del Suspenso/Thriller, que presenta características que lo convierten en un producto -podríamos llamarlo- bastante original. "Bajo Anestesia" es la ópera prima perteneciente al director Joby Harold, quien tampoco ha vuelto a filmar tras la misma, que data del año 2008.
La historia gira en torno a un joven multimillonario, Clay Beresford (personaje interpretado por el novel actor canadiense Hayden Christensen, al que vimos en los episodios II y III de "Star Wars", "El Ataque de los Clones" y "La Venganza de los Sith"), quien está a punto de ser sometido a una delicada operación de trasplante de corazón. Clay tiene una relación afectiva muy estrecha con su madre, Lilith Beresford (la magnífica actriz sueca Lena Olin -una de las presencias más subyugantes del Séptimo Arte-, entre cuyas numerosas perlas se encuentran "Fanny & Alexander", "La Insoportable Levedad del Ser", "Havana", "Mr. Jones", "Casanova", etc.); y a su vez trata de llevar adelante un romance -del cual su progenitora no está enterada-, con una secretaria de ésta, Samantha. Este rol está a cargo de una de las mujeres más marketineras de la actualidad hollywoodense, Jessica Alba ("Dark Angel", "Honey", "Sin City", "Los 4 Fantásticos", "Azul Extremo" y varias más).
En torno a este trío central, se mueve un cirujano varias veces cuestionado por mala praxis, el Dr. Jack Harper (Terrence Howard), quien es amigo personal del joven Clay, y que tendrá a su cargo la delicada operación de corazón, contra la voluntad de la madre del paciente. Durante la mencionada cirugía, Clay experimentará un rechazo a la anestesia, que lo dejará paralizado por completo, pero consciente de lo que ocurre a su alrededor. De este modo, se enterará de terribles circunstancias que rodean la situación, y de que ni su amada Sam ni su amigo el Dr. Harper son lo que dicen ser. A su vez, cobrará mayor importancia la relación entre madre e hijo, la cual rozará los límites de lo sobrenatural en algunas escenas.
La trama es original, y el tratamiento del guión es fuera de lo común. Por momentos esto le juega en contra al film, sobre todo en las escenas en el quirófano, donde el millonario sufre el fenómeno de "conciencia anestesiada"; pero en el producto final, termina volcando la balanza a su favor. Gran parte del mérito se lo lleva la actuación de Lena Olin, una actriz a la cual le sobra paño para este tipo de producciones hollywoodescas, y de la cual disfrutamos mucho más cuando la hemos visto en roles más artísticos y comprometidos. Olin es una mujer muy expresiva, con gran fortaleza interpretativa. Ella es la que evita el naufragio de la película en su momento más inverosímil, gracias a los diálogos que mantiene con su hijo en esa especie de limbo en el cual se encuentran mientras la operación se va efectuando.
Hayden Christensen aparece correcto en su labor, aunque un tanto carente de visceralidad. Y Jessica Alba aporta su presencia y la versatilidad de su rostro, el cual transmite convincentes sentimientos de alegría o tristeza, según la ocasión. Alba es una buena actriz, debemos ser justos: no es tan sólo un rostro bonito.
En cuanto al trabajo del debutante Joby Harold, digamos que transita los senderos de lo aceptable, aunque su labor dista de ser brillante. Sobre todo en los pasajes de suspenso, no logra tener en vilo al espectador casi en ningún momento. No obstante, se redime forzando a que el análisis final del producto arroje saldo favorable. Otro detalle significativo es que el filme es demasiado corto, ni siquiera llega a la hora y media de duración; quizás eso ayude a que se haga bastante llevadero.
Resumiendo: "Bajo Anestesia" no pasará a la historia del cine, pero es recomendable para los amantes de los Thrillers, o para aquellos potenciales espectadores que simplemente buscan pasar un rato entretenido frente a la pantalla.
Título: "Awake" ("Bajo Anestesia")
Año: 2008
Origen: Estados Unidos
Director: Joby Harold
Principales intérpretes: Hayden Christensen, Jessica Alba y Lena Olin.
Duración: 84 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La historia gira en torno a un joven multimillonario, Clay Beresford (personaje interpretado por el novel actor canadiense Hayden Christensen, al que vimos en los episodios II y III de "Star Wars", "El Ataque de los Clones" y "La Venganza de los Sith"), quien está a punto de ser sometido a una delicada operación de trasplante de corazón. Clay tiene una relación afectiva muy estrecha con su madre, Lilith Beresford (la magnífica actriz sueca Lena Olin -una de las presencias más subyugantes del Séptimo Arte-, entre cuyas numerosas perlas se encuentran "Fanny & Alexander", "La Insoportable Levedad del Ser", "Havana", "Mr. Jones", "Casanova", etc.); y a su vez trata de llevar adelante un romance -del cual su progenitora no está enterada-, con una secretaria de ésta, Samantha. Este rol está a cargo de una de las mujeres más marketineras de la actualidad hollywoodense, Jessica Alba ("Dark Angel", "Honey", "Sin City", "Los 4 Fantásticos", "Azul Extremo" y varias más).
En torno a este trío central, se mueve un cirujano varias veces cuestionado por mala praxis, el Dr. Jack Harper (Terrence Howard), quien es amigo personal del joven Clay, y que tendrá a su cargo la delicada operación de corazón, contra la voluntad de la madre del paciente. Durante la mencionada cirugía, Clay experimentará un rechazo a la anestesia, que lo dejará paralizado por completo, pero consciente de lo que ocurre a su alrededor. De este modo, se enterará de terribles circunstancias que rodean la situación, y de que ni su amada Sam ni su amigo el Dr. Harper son lo que dicen ser. A su vez, cobrará mayor importancia la relación entre madre e hijo, la cual rozará los límites de lo sobrenatural en algunas escenas.
La trama es original, y el tratamiento del guión es fuera de lo común. Por momentos esto le juega en contra al film, sobre todo en las escenas en el quirófano, donde el millonario sufre el fenómeno de "conciencia anestesiada"; pero en el producto final, termina volcando la balanza a su favor. Gran parte del mérito se lo lleva la actuación de Lena Olin, una actriz a la cual le sobra paño para este tipo de producciones hollywoodescas, y de la cual disfrutamos mucho más cuando la hemos visto en roles más artísticos y comprometidos. Olin es una mujer muy expresiva, con gran fortaleza interpretativa. Ella es la que evita el naufragio de la película en su momento más inverosímil, gracias a los diálogos que mantiene con su hijo en esa especie de limbo en el cual se encuentran mientras la operación se va efectuando.
Hayden Christensen aparece correcto en su labor, aunque un tanto carente de visceralidad. Y Jessica Alba aporta su presencia y la versatilidad de su rostro, el cual transmite convincentes sentimientos de alegría o tristeza, según la ocasión. Alba es una buena actriz, debemos ser justos: no es tan sólo un rostro bonito.
En cuanto al trabajo del debutante Joby Harold, digamos que transita los senderos de lo aceptable, aunque su labor dista de ser brillante. Sobre todo en los pasajes de suspenso, no logra tener en vilo al espectador casi en ningún momento. No obstante, se redime forzando a que el análisis final del producto arroje saldo favorable. Otro detalle significativo es que el filme es demasiado corto, ni siquiera llega a la hora y media de duración; quizás eso ayude a que se haga bastante llevadero.
Resumiendo: "Bajo Anestesia" no pasará a la historia del cine, pero es recomendable para los amantes de los Thrillers, o para aquellos potenciales espectadores que simplemente buscan pasar un rato entretenido frente a la pantalla.
Título: "Awake" ("Bajo Anestesia")
Año: 2008
Origen: Estados Unidos
Director: Joby Harold
Principales intérpretes: Hayden Christensen, Jessica Alba y Lena Olin.
Duración: 84 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
viernes, 5 de noviembre de 2010
La Novia del Cabello Blanco
Existe un atrapante -al menos para el gusto de quien escribe- género de cine oriental denominado "Wuxia". Esta palabra define aquéllas obras -generalmente majestuosas- ambientadas en la China milenaria, o lugares siempre referidos a territorios asiáticos. Las mejores expresiones de este género que mezcla acción, artes marciales, romanticismo y costosos vestuarios, han tenido lugar en la última década. Títulos como "Héroe", "La Casa de las Dagas Voladoras" o "La Maldición de la Flor Dorada" han significado un aluvión de sensaciones cinematográficas absolutamente conmovedoras; repletas de plástica, metáforas, maravillosos escenarios y belleza sin fin.
Ahora bien, el film que nos ocupa, "La Novia del Cabello Blanco", fechada en 1993, es uno de los primeros exponentes reconocidos del estilo. Filmada con menores recursos que las obras de los años recientes, este film del director chino Ronny Yu (Poseedor del dudoso crédito de haber realizado las muy mediocres "La Novia de Chucky" o "Freddy Versus Jason") es simplemente eso: un antecedente un tanto prehistórico de las películas de Wuxia actuales.
La trama gira en torno al clan Wu-Tang, cuyo sucesor al trono, Zhuo-Yi Hang (rol jugado por Leslie Cheung: "Adiós Mi Concubina", "Cenizas del Tiempo"), es un sujeto irresponsable y disconforme con la vida que le toca. Este clan se encuentra en guerra contra tribus invasoras a su territorio, especialmente contra una especia de culto maligno comandado por dos hermanos siameses, Ji Wushuang masculino (Francis Ng) y Ji Wushuang femenino (Elaine Lui).
Precisamente una letal asesina perteneciente a este culto, Lian Nichang (la actriz taiwanesa Brigitte Lin, a quien también hemos visto en "Cenizas del Tiempo"), asimismo llamada Mujer Loba, se cruza fortuitamente en la vida de Zhuo-Yi Hang, cambiando sus destinos para siempre.
Surge entre ellos una atracción pasional que los lleva a olvidar la guerra en la que se encuentran inmersos, y que representan lo más granado de sus respectivos bandos. La hermosa Lian Nichang decidirá huír del culto siniestro para estar junto a Zhuo-Yi Hang, pero esto le costará intenso dolor y castigo a manos de Ji Wushuang (en su mitad masculina), quien la mantiene cautiva en el culto porque está enamorado de ella.
Nada es demasiado brillante en el filme: ni las labores actorales, ni las imágenes, ni el trabajo del director, ni la fotografía. Lo mejor parece ser el guión, bastante imaginativo. Es una obra, si, interesante desde el punto de vista épico; y siendo honestos, en ningún momento llega a aburrir. Lo que sí es injusto -e inevitable a la vez-, es comparar a "La Novia del Cabello Blanco" con las películas actuales de este género, las cuales han evolucionado -sobre todo en imágenes, fotografía y vestuarios- hasta límites inimaginables.
"Bai Fa Mo Nu Zhuan" (tal su título original) se deja ver, sin ser para nada una película inolvidable. Recomendable solamente para seguidores del Wuxia o de las artes marciales, difícilmente pueda resultar atractiva para otros tipos de públicos.
Título: "Bai Fa Mo Nu Zhuan" ("La Novia del Cabello Blanco")
Año: 1993
Origen: Hong Kong
Director: Ronny Yu
Principales intérpretes: Brigitte Lin, Leslie Cheung y Francis Ng.
Duración: 92 minutos
Calificación: 6 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Ahora bien, el film que nos ocupa, "La Novia del Cabello Blanco", fechada en 1993, es uno de los primeros exponentes reconocidos del estilo. Filmada con menores recursos que las obras de los años recientes, este film del director chino Ronny Yu (Poseedor del dudoso crédito de haber realizado las muy mediocres "La Novia de Chucky" o "Freddy Versus Jason") es simplemente eso: un antecedente un tanto prehistórico de las películas de Wuxia actuales.
La trama gira en torno al clan Wu-Tang, cuyo sucesor al trono, Zhuo-Yi Hang (rol jugado por Leslie Cheung: "Adiós Mi Concubina", "Cenizas del Tiempo"), es un sujeto irresponsable y disconforme con la vida que le toca. Este clan se encuentra en guerra contra tribus invasoras a su territorio, especialmente contra una especia de culto maligno comandado por dos hermanos siameses, Ji Wushuang masculino (Francis Ng) y Ji Wushuang femenino (Elaine Lui).
Precisamente una letal asesina perteneciente a este culto, Lian Nichang (la actriz taiwanesa Brigitte Lin, a quien también hemos visto en "Cenizas del Tiempo"), asimismo llamada Mujer Loba, se cruza fortuitamente en la vida de Zhuo-Yi Hang, cambiando sus destinos para siempre.
Surge entre ellos una atracción pasional que los lleva a olvidar la guerra en la que se encuentran inmersos, y que representan lo más granado de sus respectivos bandos. La hermosa Lian Nichang decidirá huír del culto siniestro para estar junto a Zhuo-Yi Hang, pero esto le costará intenso dolor y castigo a manos de Ji Wushuang (en su mitad masculina), quien la mantiene cautiva en el culto porque está enamorado de ella.
Nada es demasiado brillante en el filme: ni las labores actorales, ni las imágenes, ni el trabajo del director, ni la fotografía. Lo mejor parece ser el guión, bastante imaginativo. Es una obra, si, interesante desde el punto de vista épico; y siendo honestos, en ningún momento llega a aburrir. Lo que sí es injusto -e inevitable a la vez-, es comparar a "La Novia del Cabello Blanco" con las películas actuales de este género, las cuales han evolucionado -sobre todo en imágenes, fotografía y vestuarios- hasta límites inimaginables.
"Bai Fa Mo Nu Zhuan" (tal su título original) se deja ver, sin ser para nada una película inolvidable. Recomendable solamente para seguidores del Wuxia o de las artes marciales, difícilmente pueda resultar atractiva para otros tipos de públicos.
Título: "Bai Fa Mo Nu Zhuan" ("La Novia del Cabello Blanco")
Año: 1993
Origen: Hong Kong
Director: Ronny Yu
Principales intérpretes: Brigitte Lin, Leslie Cheung y Francis Ng.
Duración: 92 minutos
Calificación: 6 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
jueves, 21 de octubre de 2010
Agente Salt
A diferencia de las películas de culto -bastante alejadas del circuito comercial- que veníamos viendo y comentando, la que ahora nos va a ocupar posee en grandes cantidades todos aquéllos aditamentos que Hollywood vuelca en cada superproducción que llega a las salas de todo el mundo: altos costos, parafernalia escénica, clichés de toda índole y actrices o actores excelentemente pagos. En el caso de "Agente Salt", éste último punto se potencia al extremo: la protagonista es nada menos que la actriz número uno del orbe, tanto en belleza y popularidad como en salarios: Angelina Jolie Voight, cariñosamente conocida como Angelina Jolie por todos los demás mortales del planeta.
La acción nos muestra a una espía cuya verdadera identidad es el meollo de la cuestión. Evelyn Salt, tal su nombre (obviamente, nuestra Angelina es quien le da piel) es una brillante agente americana enrolada en la CIA, cuyas comprometidas y arriesgadas labores en servicio la han llevado casi al status de heroína nacional. Pero en una oportunidad, ante la declaración de un ex espía ruso detenido, Evelyn cae bajo sospecha de ser una doble agente, cuya misión inmediata es asesinar al presidente ruso en su inminente visita a Estados Unidos para asistir a los funerales del vicepresidente de la nación más poderosa de la Tierra; y de ese modo crear una confrontación entre ambos países, que derive en un conflicto bélico durante el cual Rusia pueda recuperar su status perdido dentro de las super potencias mundiales.
Al saberse sospechada, Evelyn decide escapar de sus hasta entonces compañeros de labor, procupada por la suerte de su esposo, quien en alguna oportunidad arriesgara su propio pellejo para salvar a Evelyn de la muerte a manos de la policía secreta coreana. Obviamente este escape motivará un lógico incremento de suspicacias por parte de quienes compartían hasta ese momento con ella tan especial trabajo. Es allí cuando se desatará una vertiginosa persecución para dar caza a la glamorosa Salt, quien pese a verse involucrada en situaciones de harta violencia, nunca pierde esa atracción tan felinamente especial que Jolie sabe imprimirle a cada uno de sus personajes.
El film es -como mencionábamos en las primeras líneas- una típica súper producción hollywoodense de acción y desenfreno, y dentro de esos parámetros, es realmente bueno.
El director es el australiano Phillip Noyce, quien posee varios títulos importantes en su currículum: "Furia Ciega", "Juego de Patriotas", "Sliver: Invasión a la Privacidad", "El Santo", "El Coleccionista de Huesos", etc.. O sea, su especialidad parece ser a las claras el cine de entretenimiento y acción, donde ha cosechado muy buenos logros; y esta "Agente Salt" no se queda atrás. El vértigo es constante, la película es sólida, y el aburrimiento no llega en ningún momento. O sea, para lo que se pretende de este tipo de filmes, es más que suficiente.
Angelina Jolie es la agente Salt. Y también es "Agente Salt", la película toda. Traducido: ella es quien está todo el tiempo en pantalla, y la labor de todos los demás actores pasa completamente desapercibida. Es algo que suele ocurrir cuando Jolie aparece en escena... generalmente nadie tiene ojos disponibles para nada ni nadie que no sea ella. Todo esto obra en conocimiento de la archi famosa hija de Jon Voight, así que no tiene que esforzarse mucho en su labor actoral para sacarse una alta nota. Le basta sonreír, y que el director enfoque adecuadamente sus labios, no es necesario mucho más.
Igualmente, en este caso su trabajo es un poco más duro de lo habitual, porque Evelyn Salt no la pasa nada bien a lo largo de la película: sufre torturas, golpes, persecuciones, tiroteos, explosiones, más golpes, caídas, y otras calamidades. Y cuesta un poco creer que un delicado físico como el de Jolie Voight de Pitt pueda soportar tanto, aunque... sabido es que ella no es como los demás mortales, de modo que quizás su singularidad la ayude a sobrellevar todo lo que le pasa a Salt durante la trama. No quisimos decir que sea poco creíble, simplemente que si Angelina engorda un par de kilitos, estaremos más tranquilos por ella. Porque la queremos y admiramos, claro.
En síntesis: un producto típicamente americano, recomendable para quienes no vayan al cine a buscar enseñanzas, moralejas, ni experiencias inolvidables. Aquí lo único inmortal es la infinita seducción que emana de la señora esposa del afortunado Brad Pitt.
Título: "Salt" ("Agente Salt")
Año: 2010
Origen: Estados Unidos
Director: Phillip Noyce
Principales intérpretes: Angelina Jolie, Liev Schreiber y Daniel Olbrychski
Duración: 100 minutos
Calificación: 8 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La acción nos muestra a una espía cuya verdadera identidad es el meollo de la cuestión. Evelyn Salt, tal su nombre (obviamente, nuestra Angelina es quien le da piel) es una brillante agente americana enrolada en la CIA, cuyas comprometidas y arriesgadas labores en servicio la han llevado casi al status de heroína nacional. Pero en una oportunidad, ante la declaración de un ex espía ruso detenido, Evelyn cae bajo sospecha de ser una doble agente, cuya misión inmediata es asesinar al presidente ruso en su inminente visita a Estados Unidos para asistir a los funerales del vicepresidente de la nación más poderosa de la Tierra; y de ese modo crear una confrontación entre ambos países, que derive en un conflicto bélico durante el cual Rusia pueda recuperar su status perdido dentro de las super potencias mundiales.
Al saberse sospechada, Evelyn decide escapar de sus hasta entonces compañeros de labor, procupada por la suerte de su esposo, quien en alguna oportunidad arriesgara su propio pellejo para salvar a Evelyn de la muerte a manos de la policía secreta coreana. Obviamente este escape motivará un lógico incremento de suspicacias por parte de quienes compartían hasta ese momento con ella tan especial trabajo. Es allí cuando se desatará una vertiginosa persecución para dar caza a la glamorosa Salt, quien pese a verse involucrada en situaciones de harta violencia, nunca pierde esa atracción tan felinamente especial que Jolie sabe imprimirle a cada uno de sus personajes.
El film es -como mencionábamos en las primeras líneas- una típica súper producción hollywoodense de acción y desenfreno, y dentro de esos parámetros, es realmente bueno.
El director es el australiano Phillip Noyce, quien posee varios títulos importantes en su currículum: "Furia Ciega", "Juego de Patriotas", "Sliver: Invasión a la Privacidad", "El Santo", "El Coleccionista de Huesos", etc.. O sea, su especialidad parece ser a las claras el cine de entretenimiento y acción, donde ha cosechado muy buenos logros; y esta "Agente Salt" no se queda atrás. El vértigo es constante, la película es sólida, y el aburrimiento no llega en ningún momento. O sea, para lo que se pretende de este tipo de filmes, es más que suficiente.
Angelina Jolie es la agente Salt. Y también es "Agente Salt", la película toda. Traducido: ella es quien está todo el tiempo en pantalla, y la labor de todos los demás actores pasa completamente desapercibida. Es algo que suele ocurrir cuando Jolie aparece en escena... generalmente nadie tiene ojos disponibles para nada ni nadie que no sea ella. Todo esto obra en conocimiento de la archi famosa hija de Jon Voight, así que no tiene que esforzarse mucho en su labor actoral para sacarse una alta nota. Le basta sonreír, y que el director enfoque adecuadamente sus labios, no es necesario mucho más.
Igualmente, en este caso su trabajo es un poco más duro de lo habitual, porque Evelyn Salt no la pasa nada bien a lo largo de la película: sufre torturas, golpes, persecuciones, tiroteos, explosiones, más golpes, caídas, y otras calamidades. Y cuesta un poco creer que un delicado físico como el de Jolie Voight de Pitt pueda soportar tanto, aunque... sabido es que ella no es como los demás mortales, de modo que quizás su singularidad la ayude a sobrellevar todo lo que le pasa a Salt durante la trama. No quisimos decir que sea poco creíble, simplemente que si Angelina engorda un par de kilitos, estaremos más tranquilos por ella. Porque la queremos y admiramos, claro.
En síntesis: un producto típicamente americano, recomendable para quienes no vayan al cine a buscar enseñanzas, moralejas, ni experiencias inolvidables. Aquí lo único inmortal es la infinita seducción que emana de la señora esposa del afortunado Brad Pitt.
Título: "Salt" ("Agente Salt")
Año: 2010
Origen: Estados Unidos
Director: Phillip Noyce
Principales intérpretes: Angelina Jolie, Liev Schreiber y Daniel Olbrychski
Duración: 100 minutos
Calificación: 8 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
lunes, 6 de septiembre de 2010
El Tambor (1979)
Caso curioso el de esta co-producción germano/francesa/polaco/yugoslava, que a fines de la década del 70' y principios de los 80's, supo despertar muy favorables comentarios en críticos cinematográficos de todo el mundo, a punto tal de transformarse en objeto de culto para devotos cinéfilos del orbe entero. Nunca había tenido la oportunidad -o las suficientes ganas- de ver el filme completo. Finalmente, habiendo conseguido una edición en formato DVD, esta falta quedó solucionada.
Pero debo decir que la obra no estuvo a la altura de las expectativas generadas, como así tampoco de los exagerados elogios que los entendidos en la materia le han reservado. Al menos, para el modesto entender de quien escribe.
La trama gira en torno al pequeño Oskar Matzerath (David Bennent, cuya única actuación importante, fuera de ésta, ha sido en "Leyenda"), un niño de tres años que por propia voluntad detiene su crecimiento (Qué bueno sería poseer tal facultad!) a esa edad, a modo de rebelión y rechazo contra el mundo que lo rodea. El mencionado Oskar pasa casi todo su tiempo tocando compulsivamente el tambor de hojalata rojo y blanco del título (regalo de sus padres), el cual va reponiendo por otros exactamente iguales a medida que se rompen mientras se desarrolla la acción.
La misma tiene lugar en épocas de la Segunda Guerra Mundial, con el nazismo como trasfondo de lo que ocurre en la vida del atormentado Oskar. La madre de éste, Agnes (Angela Winkler, partícipe también de "Danton" como un escaso antecedente de relieve), se debate entre su marido Alfred (el actor suizo Mario Adorf, entre cuyos créditos encontramos "El Pájaro de las Plumas de Cristal" y "La Desobediencia") -un individuo rústico y limitado que simpatiza con los nazis-, y su propio primo Jan (el intérprete polaco Daniel Olbrychski, que es quien presenta los mejores pergaminos dentro del elenco: "Bolero", "Rosa Luxemburgo", "La Insoportable Levedad del Ser" y la muy reciente "Salt"), de quien se supone que es el verdadero padre de Oskar. Aquí vale remarcar que la relación entre ambos hombres es muy buena, pese al hecho descripto.
Como mencionamos, el niño crecerá en edad a lo largo del metraje hasta llegar a la adolescencia, pero esto no se verá reflejado en su apariencia, que continuará siendo la de un pequeño infante, atormentado por su grave visión del mundo, aferrado a su tambor -el cual sostiene junto a él contra viento y marea-; y que también es poseedor del extraño don de destruír cristales por medio de un chillido híper agudo que emiten sus cuerdas vocales, especialmente cuando se enoja porque alguien pretende que deje de hacer sonar su tambor de hojalata.
Honestamente, esta obra del muy reconocido cineasta alemán Volker Schlondorff ("La Guerra y la Paz", "El Gran Amor de Swann", "Muerte de un Viajante"), me pareció demasiado sobrevaluada. No hay una trama argumental excepcional que merezca tan buenos adjetivos, ni tampoco un tratamiento de las imágenes inolvidable... La acción no es tal, sino que debido a su gran extensión, la película se hace lenta y tediosa. No parece estar del todo claro hacia dónde se dirige el personaje central, y si lo está, igualmente todo va sumergiendo al espectador en un letargo del cual -al menos quien escribe- no se puede escapar. Y a medida que el filme avanza, este hecho -lejos de corregirse- se acentúa.
Después de treinta años de escuchar y leer cómo se le adjudicaban elogiosos adjetivos, esperaba muchísimo más de "El Tambor". En cambio, me dejó tan sólo la endeble satisfacción de haberla visto y analizado al fin, pero quedándome la sensación de que podría haber empleado mejor mi tiempo dedicándome a otra cosa.
Título: "Die Blechtrommel" ("El Tambor")
Año: 1979
Origen: Alemania Oriental, Francia, Polonia, Yugoslavia
Director: Volker Schlondorff
Principales intérpretes: David Bennent, Mario Adorf y Angela Winkler.
Duración: 142 minutos
Calificación: 5 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Pero debo decir que la obra no estuvo a la altura de las expectativas generadas, como así tampoco de los exagerados elogios que los entendidos en la materia le han reservado. Al menos, para el modesto entender de quien escribe.
La trama gira en torno al pequeño Oskar Matzerath (David Bennent, cuya única actuación importante, fuera de ésta, ha sido en "Leyenda"), un niño de tres años que por propia voluntad detiene su crecimiento (Qué bueno sería poseer tal facultad!) a esa edad, a modo de rebelión y rechazo contra el mundo que lo rodea. El mencionado Oskar pasa casi todo su tiempo tocando compulsivamente el tambor de hojalata rojo y blanco del título (regalo de sus padres), el cual va reponiendo por otros exactamente iguales a medida que se rompen mientras se desarrolla la acción.
La misma tiene lugar en épocas de la Segunda Guerra Mundial, con el nazismo como trasfondo de lo que ocurre en la vida del atormentado Oskar. La madre de éste, Agnes (Angela Winkler, partícipe también de "Danton" como un escaso antecedente de relieve), se debate entre su marido Alfred (el actor suizo Mario Adorf, entre cuyos créditos encontramos "El Pájaro de las Plumas de Cristal" y "La Desobediencia") -un individuo rústico y limitado que simpatiza con los nazis-, y su propio primo Jan (el intérprete polaco Daniel Olbrychski, que es quien presenta los mejores pergaminos dentro del elenco: "Bolero", "Rosa Luxemburgo", "La Insoportable Levedad del Ser" y la muy reciente "Salt"), de quien se supone que es el verdadero padre de Oskar. Aquí vale remarcar que la relación entre ambos hombres es muy buena, pese al hecho descripto.
Como mencionamos, el niño crecerá en edad a lo largo del metraje hasta llegar a la adolescencia, pero esto no se verá reflejado en su apariencia, que continuará siendo la de un pequeño infante, atormentado por su grave visión del mundo, aferrado a su tambor -el cual sostiene junto a él contra viento y marea-; y que también es poseedor del extraño don de destruír cristales por medio de un chillido híper agudo que emiten sus cuerdas vocales, especialmente cuando se enoja porque alguien pretende que deje de hacer sonar su tambor de hojalata.
Honestamente, esta obra del muy reconocido cineasta alemán Volker Schlondorff ("La Guerra y la Paz", "El Gran Amor de Swann", "Muerte de un Viajante"), me pareció demasiado sobrevaluada. No hay una trama argumental excepcional que merezca tan buenos adjetivos, ni tampoco un tratamiento de las imágenes inolvidable... La acción no es tal, sino que debido a su gran extensión, la película se hace lenta y tediosa. No parece estar del todo claro hacia dónde se dirige el personaje central, y si lo está, igualmente todo va sumergiendo al espectador en un letargo del cual -al menos quien escribe- no se puede escapar. Y a medida que el filme avanza, este hecho -lejos de corregirse- se acentúa.
Después de treinta años de escuchar y leer cómo se le adjudicaban elogiosos adjetivos, esperaba muchísimo más de "El Tambor". En cambio, me dejó tan sólo la endeble satisfacción de haberla visto y analizado al fin, pero quedándome la sensación de que podría haber empleado mejor mi tiempo dedicándome a otra cosa.
Título: "Die Blechtrommel" ("El Tambor")
Año: 1979
Origen: Alemania Oriental, Francia, Polonia, Yugoslavia
Director: Volker Schlondorff
Principales intérpretes: David Bennent, Mario Adorf y Angela Winkler.
Duración: 142 minutos
Calificación: 5 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
viernes, 3 de septiembre de 2010
Cuerno de Cabra (1972)
Crudísima y brutal película de origen búlgaro -cine muy poco visto por estas tierras-, que supo causar revuelo cuando se estrenó en Argentina, hace poco menos de cuarenta años atrás.
Con fotografía original en blanco y negro, ausencia casi total de banda sonora (a excepción de algunos cánticos a cargo de cristalinas voces femeninas, que nos transmiten una fuerte sensación de desolación), y la visceralidad y realismo de sus imágenes, ver "Cuerno de Cabra" se transforma en una experiencia difícil de digerir.
La historia de centra en Bulgaria durante el Siglo XVIII, en épocas de dominación del Imperio Otomano. Karaivan (Anton Gorchev, nacido en Sofía en 1939, y fallecido en 2000) es un pastor que vive feliz con su esposa y su hija María (Katya Paskaleva -1945/2002- es la actriz, también búlgara, que protagoniza ambos roles, en la primera y segunda parte de la filmación), en una granja alejada de la civilización. Una noche, siendo que Karaivan se ha alejado hacia los montes para llevar a sus cabras a pastar, cinco energúmenos de origen turco irrumpen en su hogar, sorprendiendo a su esposa, violándola y matándola frente a los desesperados ojos de la pequeña María.
Al enterarse de este desastroso hecho, Karaivan tomará una decisión que marcará definitivamente la vida de su hija: enceguecido por el dolor, quema su propia casa con el cuerpo de su infortunada esposa dentro, y se lleva a María a una cabaña en las altas montañas, una especie de chacra donde acostumbraba llevar a sus animales. Una vez allí, aislará a María de todo contacto con la humanidad, tratando de transformarla en un hombre ("Este no es un mundo para mujeres", le repetirá) y entrenándola con máximo rigor y dureza en las lides de la lucha cuerpo a cuerpo.
Los objetivos de este perfeccionamiento en el combate son dos: primero, que a María nunca le ocurra lo mismo que a su madre; y segundo, llevar a cabo una sangrienta venganza contra los sanguinarios victimarios de su esposa. A cada muerte que se vaya sucediendo a manos de ambos, quedará en el lugar de los hechos un cuerno de cabra como silencioso testigo.
Lo que Karaivan no podrá evitar es que los naturales instintos femeninos de María afloren en determinados momentos, y éstos serán los que conduzcan a los infortunados protagonistas a un final cargado de hondo e intenso dramatismo.
El film no ofrece concesiones: los atormentados personajes viven casi toda la acción sumergidos en un violento e intenso drama. Es muy buena la actuación de Anton Gorchev en el rol de Karaivan, un individuo que se debate entre el profundo amor hacia su hija, la desesperación porque nada malo le pase a manos de ningún hombre, y un notable rasgo de crueldad motivado por el dolor y la angustia ante lo sucedido. Un ejemplo de su impiadoso accionar es cuando deguella a un pequeño cabrito blanco -el favorito de María- ante los ojos de ella, quien rompe en desconsolado llanto. No conforme con eso, Karaivan obliga a María a desollar el cuerpo del animal.
Es también muy lograda la labor actoral de Katya Paskaleva, quien se ve obligada a dotar a su María de toda la tristeza, rencor y angustia posibles. La existencia de la joven está signada por la sinrazón y la locura, y la extinta actriz búlgara logra componer a la perfección las características de su personaje. Paskaleva y Gorchev son los dos únicos intérpretes que cumplen un rol importante en el film, el cual contiene muy pocos diálogos.
Finalmente, si nos toca analizar la labor del director Metodi Andonov, debemos decir que le confiere una férrea disciplina al ánimo del espectador... "Cuerno de Cabra" está desprovista de momentos de candor y poesía, y en los pocos en los que parece fluír, rápidamente quedan sepultados por el lúgubre desarrollo de la acción; la cual no da respiro al tiempo de tratar con dureza al corazón de quien ve el filme.
Andonov filmó solamente cuatro títulos durante su fugaz trabajo como director cinematográfico, repartidos entre 1968 y 1973. "Cuerno de Cabra" vió la luz dos años antes de que Andonov falleciera, en Sofía, a la joven edad de 44 años.
Difícil recomendarles que vean "Cuerno de Cabra" si sus corazones son demasiado sensibles, o si buscan pasar un grato momento frente a la pantalla. Esta obra es un cúmulo de desesperanzas y sensaciones amargas, pero transmite a las claras los rasgos más extremos de la naturaleza humana.
Título: "Kozijat Rog" ("Cuerno de Cabra")
Año: 1972
Origen: Bulgaria
Director: Metodi Andonov
Principales intérpretes: Katya Paskaleva, Anton Gorchev y Nevena Andonova.
Duración: 105 minutos
Calificación: 8 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Con fotografía original en blanco y negro, ausencia casi total de banda sonora (a excepción de algunos cánticos a cargo de cristalinas voces femeninas, que nos transmiten una fuerte sensación de desolación), y la visceralidad y realismo de sus imágenes, ver "Cuerno de Cabra" se transforma en una experiencia difícil de digerir.
La historia de centra en Bulgaria durante el Siglo XVIII, en épocas de dominación del Imperio Otomano. Karaivan (Anton Gorchev, nacido en Sofía en 1939, y fallecido en 2000) es un pastor que vive feliz con su esposa y su hija María (Katya Paskaleva -1945/2002- es la actriz, también búlgara, que protagoniza ambos roles, en la primera y segunda parte de la filmación), en una granja alejada de la civilización. Una noche, siendo que Karaivan se ha alejado hacia los montes para llevar a sus cabras a pastar, cinco energúmenos de origen turco irrumpen en su hogar, sorprendiendo a su esposa, violándola y matándola frente a los desesperados ojos de la pequeña María.
Al enterarse de este desastroso hecho, Karaivan tomará una decisión que marcará definitivamente la vida de su hija: enceguecido por el dolor, quema su propia casa con el cuerpo de su infortunada esposa dentro, y se lleva a María a una cabaña en las altas montañas, una especie de chacra donde acostumbraba llevar a sus animales. Una vez allí, aislará a María de todo contacto con la humanidad, tratando de transformarla en un hombre ("Este no es un mundo para mujeres", le repetirá) y entrenándola con máximo rigor y dureza en las lides de la lucha cuerpo a cuerpo.
Los objetivos de este perfeccionamiento en el combate son dos: primero, que a María nunca le ocurra lo mismo que a su madre; y segundo, llevar a cabo una sangrienta venganza contra los sanguinarios victimarios de su esposa. A cada muerte que se vaya sucediendo a manos de ambos, quedará en el lugar de los hechos un cuerno de cabra como silencioso testigo.
Lo que Karaivan no podrá evitar es que los naturales instintos femeninos de María afloren en determinados momentos, y éstos serán los que conduzcan a los infortunados protagonistas a un final cargado de hondo e intenso dramatismo.
El film no ofrece concesiones: los atormentados personajes viven casi toda la acción sumergidos en un violento e intenso drama. Es muy buena la actuación de Anton Gorchev en el rol de Karaivan, un individuo que se debate entre el profundo amor hacia su hija, la desesperación porque nada malo le pase a manos de ningún hombre, y un notable rasgo de crueldad motivado por el dolor y la angustia ante lo sucedido. Un ejemplo de su impiadoso accionar es cuando deguella a un pequeño cabrito blanco -el favorito de María- ante los ojos de ella, quien rompe en desconsolado llanto. No conforme con eso, Karaivan obliga a María a desollar el cuerpo del animal.
Es también muy lograda la labor actoral de Katya Paskaleva, quien se ve obligada a dotar a su María de toda la tristeza, rencor y angustia posibles. La existencia de la joven está signada por la sinrazón y la locura, y la extinta actriz búlgara logra componer a la perfección las características de su personaje. Paskaleva y Gorchev son los dos únicos intérpretes que cumplen un rol importante en el film, el cual contiene muy pocos diálogos.
Finalmente, si nos toca analizar la labor del director Metodi Andonov, debemos decir que le confiere una férrea disciplina al ánimo del espectador... "Cuerno de Cabra" está desprovista de momentos de candor y poesía, y en los pocos en los que parece fluír, rápidamente quedan sepultados por el lúgubre desarrollo de la acción; la cual no da respiro al tiempo de tratar con dureza al corazón de quien ve el filme.
Andonov filmó solamente cuatro títulos durante su fugaz trabajo como director cinematográfico, repartidos entre 1968 y 1973. "Cuerno de Cabra" vió la luz dos años antes de que Andonov falleciera, en Sofía, a la joven edad de 44 años.
Difícil recomendarles que vean "Cuerno de Cabra" si sus corazones son demasiado sensibles, o si buscan pasar un grato momento frente a la pantalla. Esta obra es un cúmulo de desesperanzas y sensaciones amargas, pero transmite a las claras los rasgos más extremos de la naturaleza humana.
Título: "Kozijat Rog" ("Cuerno de Cabra")
Año: 1972
Origen: Bulgaria
Director: Metodi Andonov
Principales intérpretes: Katya Paskaleva, Anton Gorchev y Nevena Andonova.
Duración: 105 minutos
Calificación: 8 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
martes, 24 de agosto de 2010
La Fuente de la Doncella (1959)
Otra de las realizaciones que dejó una fuerte marca en los recuerdos cinematográficos de la adolescencia de quien escribe... Digo adolescencia, porque debo haber visto esta película allá por 1984, una vez finalizado el gobierno de facto en Argentina. Y por ende, unos veinticinco años después de haberse filmado.
La crudeza de sus imágenes y su maravillosa fotografía en blanco y negro, sumados a una edad en la cual muchas memorias quedan impregnadas, por distintos motivos, permitieron que "La Fuente de la Doncella" (también conocida como "El Manantial de la Doncella" en otros países de habla hispana), genial obra de arte del inmortal director sueco Ingmar Bergman, unánimemente reconocido como uno de los mejores cineastas de todos los tiempos, permaneciera grabada a fuego en mi mente pese al paso de más de medio siglo desde que fuera creada!
La historia es simple, pero a la vez poseedora de un vigor visceral. "La Fuente de la Doncella" se ambienta en Suecia, durante el transcurso del siglo XIV. Karin (la actriz sueca Birgitta Petterson, quien solamente ha filmado ocho películas, aunque la última de ellas remite a muchos años después que la que nos ocupa, en 1997) es la hija virgen y adolescente de una pareja con fuertísimas convicciones religiosas, conformada por Tore (el imponente y maravilloso Max Von Sydow -partícipe de "El Exorcista", "Flash Gordon", "Conan el Bárbaro", "Duna" y "Hannah y sus Hermanas", entre otras grandes obras, hasta llegar a la reciente versión de "Robin Hood"-, quien ha cumplido 81 años en el pasado abril) y Mareta (rol interpretado por Birgitta Valberg, nacida en Estocolmo en 1916).
Es precisamente el cumplimiento de un ritual religioso el que desatará el profundo drama que se transformará en el eje argumental de la historia: Tore solicita a Karin que en el día de la conmemoración de la Vírgen durante la Semana Santa, viaje a caballo desde su granja hacia el pobladío -a través del bosque-, para llevar un presente hasta la iglesia. Para cumplir con tal solicitud, Karin parte acompañada por su media hermana Ingeri (Gunnel Lindblom, a quien hemos visto recientemente en la excelente "Los Hombres que no Amaban a las Mujeres", luego de casi una década sin filmar), la cual adora en secreto a los antiguos dioses paganos escandinavos (Odín, concretamente), a quienes les ruega que hagan caer en desgracia a la virginal Karin, a quien odia y desprecia. Ingeri espera un hijo bastardo, lo cual ha contribuído a escandalizar a su madre adoptiva Mareta.
Durante la travesía, Ingeri se aparta de Karin, quien se verá interceptada por tres harapientos y lúgubres pastores (Axel Duberg, Tor Isedal y Ove Porath, cuya única incursión cinematográfica ha sido este film), quienes procederán a violarla (en una escena de extrema crudeza), a darle muerte, y posteriormente a robarle sus costosos ropajes. Todo este aberrante hecho es observado por Ingeri desde un escondite, sin que haga nada por ayudar a su media hermana.
El destino cruzará luego a los siniestros pastores con Tore y Mareta, a cuyo hogar llegarán para solicitar comida y refugio de la helada noche invernal. Su gran error se producirá cuando intenten venderle a Mareta las ropas de la infortunada Karin, argumentándole que pertenecían a una hermana fallecida. Esto desatará la furia e implacable venganza de Tore, durante la cual también asistiremos a un pasaje de inusual violencia.
De más está aclarar que el clima sórdido y agobiante del film es una de sus más notables características. La carencia casi total de banda sonora, los parlamentos en sueco y la ambientación en la solitaria granja en plena Escandinavia del siglo XIV y en sus bosques circundantes, genera en el espectador un viaje ineludible hacia antiguas costumbres enmarcadas en remotos parajes.
La dirección, a cargo del enorme genio de Bergman (responsable de "El Séptimo Sello", "El Huevo de la Serpiente", "Fanny & Alexander", etc.) es -obviamente- magistral, creando una obra maestra desde la base de un simplísimo pero muy sólido argumento.
Las labores actorales son bellísimas, especialmente en lo que atañe a los personajes de Birgitta Valberg (Mareta), Gunnel Lindblom (Ingeri) y el mismísimo Max Von Sydow (Tore). Este trío central brindan a sus roles de una gran fuerza y pasión interpretativa.
Como datos complementarios, debemos mencionar que "La Fuente de la Doncella" ganó los premios Oscar y Golden Globe en el año 1961, en el rubro "Mejor Film Extranjero"; e Ingmar Bergman obtuvo una mención especial por este filme en el prestigioso Festival de Cannes de 1960. Condecoraciones que hablan por sí solas del valor de esta preciosa obra.
Totalmente recomendable para aquéllos amantes del Séptimo Arte que busquen emociones alejadas de los parámetros del cine moderno y comercial; y que disfruten de una puesta en escena cuidadosamente artesanal, al punto de transportar al espectador en un fantástico viaje de más de seiscientos años hacia atrás en el tiempo.
Título: "Jungfrukallan" ("La Fuente de la Doncella")
Año: 1959
Origen: Suecia
Director: Ingmar Bergman
Principales intérpretes: Max Von Sydow, Birgitta Valberg y Gunnel Lindblom.
Duración: 89 minutos
Calificación: 9 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La crudeza de sus imágenes y su maravillosa fotografía en blanco y negro, sumados a una edad en la cual muchas memorias quedan impregnadas, por distintos motivos, permitieron que "La Fuente de la Doncella" (también conocida como "El Manantial de la Doncella" en otros países de habla hispana), genial obra de arte del inmortal director sueco Ingmar Bergman, unánimemente reconocido como uno de los mejores cineastas de todos los tiempos, permaneciera grabada a fuego en mi mente pese al paso de más de medio siglo desde que fuera creada!
La historia es simple, pero a la vez poseedora de un vigor visceral. "La Fuente de la Doncella" se ambienta en Suecia, durante el transcurso del siglo XIV. Karin (la actriz sueca Birgitta Petterson, quien solamente ha filmado ocho películas, aunque la última de ellas remite a muchos años después que la que nos ocupa, en 1997) es la hija virgen y adolescente de una pareja con fuertísimas convicciones religiosas, conformada por Tore (el imponente y maravilloso Max Von Sydow -partícipe de "El Exorcista", "Flash Gordon", "Conan el Bárbaro", "Duna" y "Hannah y sus Hermanas", entre otras grandes obras, hasta llegar a la reciente versión de "Robin Hood"-, quien ha cumplido 81 años en el pasado abril) y Mareta (rol interpretado por Birgitta Valberg, nacida en Estocolmo en 1916).
Es precisamente el cumplimiento de un ritual religioso el que desatará el profundo drama que se transformará en el eje argumental de la historia: Tore solicita a Karin que en el día de la conmemoración de la Vírgen durante la Semana Santa, viaje a caballo desde su granja hacia el pobladío -a través del bosque-, para llevar un presente hasta la iglesia. Para cumplir con tal solicitud, Karin parte acompañada por su media hermana Ingeri (Gunnel Lindblom, a quien hemos visto recientemente en la excelente "Los Hombres que no Amaban a las Mujeres", luego de casi una década sin filmar), la cual adora en secreto a los antiguos dioses paganos escandinavos (Odín, concretamente), a quienes les ruega que hagan caer en desgracia a la virginal Karin, a quien odia y desprecia. Ingeri espera un hijo bastardo, lo cual ha contribuído a escandalizar a su madre adoptiva Mareta.
Durante la travesía, Ingeri se aparta de Karin, quien se verá interceptada por tres harapientos y lúgubres pastores (Axel Duberg, Tor Isedal y Ove Porath, cuya única incursión cinematográfica ha sido este film), quienes procederán a violarla (en una escena de extrema crudeza), a darle muerte, y posteriormente a robarle sus costosos ropajes. Todo este aberrante hecho es observado por Ingeri desde un escondite, sin que haga nada por ayudar a su media hermana.
El destino cruzará luego a los siniestros pastores con Tore y Mareta, a cuyo hogar llegarán para solicitar comida y refugio de la helada noche invernal. Su gran error se producirá cuando intenten venderle a Mareta las ropas de la infortunada Karin, argumentándole que pertenecían a una hermana fallecida. Esto desatará la furia e implacable venganza de Tore, durante la cual también asistiremos a un pasaje de inusual violencia.
De más está aclarar que el clima sórdido y agobiante del film es una de sus más notables características. La carencia casi total de banda sonora, los parlamentos en sueco y la ambientación en la solitaria granja en plena Escandinavia del siglo XIV y en sus bosques circundantes, genera en el espectador un viaje ineludible hacia antiguas costumbres enmarcadas en remotos parajes.
La dirección, a cargo del enorme genio de Bergman (responsable de "El Séptimo Sello", "El Huevo de la Serpiente", "Fanny & Alexander", etc.) es -obviamente- magistral, creando una obra maestra desde la base de un simplísimo pero muy sólido argumento.
Las labores actorales son bellísimas, especialmente en lo que atañe a los personajes de Birgitta Valberg (Mareta), Gunnel Lindblom (Ingeri) y el mismísimo Max Von Sydow (Tore). Este trío central brindan a sus roles de una gran fuerza y pasión interpretativa.
Como datos complementarios, debemos mencionar que "La Fuente de la Doncella" ganó los premios Oscar y Golden Globe en el año 1961, en el rubro "Mejor Film Extranjero"; e Ingmar Bergman obtuvo una mención especial por este filme en el prestigioso Festival de Cannes de 1960. Condecoraciones que hablan por sí solas del valor de esta preciosa obra.
Totalmente recomendable para aquéllos amantes del Séptimo Arte que busquen emociones alejadas de los parámetros del cine moderno y comercial; y que disfruten de una puesta en escena cuidadosamente artesanal, al punto de transportar al espectador en un fantástico viaje de más de seiscientos años hacia atrás en el tiempo.
Título: "Jungfrukallan" ("La Fuente de la Doncella")
Año: 1959
Origen: Suecia
Director: Ingmar Bergman
Principales intérpretes: Max Von Sydow, Birgitta Valberg y Gunnel Lindblom.
Duración: 89 minutos
Calificación: 9 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
viernes, 13 de agosto de 2010
Hellboy II: El Ejército Dorado
Interesante secuela del aún más interesante film del año 2004, especialmente desde el punto de vista del plato fuerte que proponen esta clase de producciones: el aspecto visual.
Nuevamente encarnado por el experimentado actor neoyorquino Ron Perlman (intérprete de grandes clásicos como "La Guerra del Fuego", "El Nombre de la Rosa" o "Alien: Resurrección"), retornan las aventuras del pétreo personaje rojizo del título: el del carácter temible, la fortaleza física casi incomparable y la prodigiosa mano gigante capaz de destruír a cuanto oponente ose interferir en su camino o sus ideas.
En esta segunda parte, el argumento gira en torno a una raza de místicos elfos albinos, comandados por el Príncipe Nuada (rol encarnado por el inglés Luke Goss, entre cuyos escasos antecedentes encontramos su participación en "Blade II" y algún capítulo de la serie televisiva "Fringe"), quienes revivirán una antigua guerra contra los humanos, para liberarse de la decadencia y opresión de éstos. Para tal fin, decidirá valerse del Ejército Dorado del título, una invencible armada de poderosos e indestructibles guerreros mecánicos, creada por su padre el Rey Balor (el veteranísimo actor británico Roy Dotrice) en tiempos remotos, los cuales yacen en una especie de exilio en algún oculto lugar en Irlanda.
Obviamente, el héroe rojizo deberá involucrarse en la lucha contra el Príncipe Nuada, a fin de impedir que el letal Ejército Dorado desate su incontenible poder sobre la raza humana, acto que finalizaría con un total exterminio de la misma, dadas las características de invulnerabilidad de estos enormes soldados mecánicos.
Junto a Hellboy estarán nuevamente su amada Liz (Selma Blair, protagonista también de la primer "Hellboy", como asimismo de "Legalmente Rubia" o "La Niebla"), su lugarteniente Abe (Doug Jones: "Batman Regresa", "Hombres de Negro II", "Doom") y el poco apreciado jefe Manning (Jeffrey Tambor). A este singular combo se les agregarán una suerte de científico reducido a una forma de ente gaseoso dentro de una escafandra (la galería de personajes que desfilan a lo largo del film son simplemente increíbles!) llamado Johann Krauss (John Alexander) y la hermana del Príncipe Nuada, la Princesa Nuala (valga la redundancia!), graciosamente interpretada por la actriz inglesa Anna Walton. Cabe aclarar que Nuala se muestra en absoluta disidencia con el modo de pensar de su belicoso hermano.
Desde el punto de vista visual, por supuesto que esta secuela es tan o más imponente que su predecesora. A modo de ejemplo, basta ver la secuencia que se desarrolla en el Troll Market, y sólo cabe asombrarse ante tamaño derroche de imaginación, puesto de manifiesto en la galería de personajes que allí podemos ver.
Pero la trama argumental y el desarrollo de la misma nos pareció un tanto menos atractiva que aquélla "Hellboy" del 2004, haciendo demasiado hincapié en intrascendentes cuestiones alegóricas a la intimidad de los personajes, tales como la conflictiva relación de convivencia entre Hellboy y Liz, o el amor que la Princesa Nuala despierta en el anfibio Abe.
Tampoco pueden destacarse en demasía las labores actorales, porque el estilo de película no deja mucho margen de acción para el lucimiento de los intérpretes. Ron Perlman le dota a Hellboy de su gran presencia física y carisma, y poco más hay por destacar en este rubro. Quizás mencionar al caractér de la Princesa Nuala, a quien Anna Walton le otorga una sensibilidad que excede las características fantásticas de la mencionada.
La dirección está a cargo del mexicano Guillermo del Toro, también responsable de la primera entrega.
Para resumir: siempre es divertido ver esta clase de producciones, dado que proporcionan entretenimiento asegurado y rara vez defraudan, especialmente porque lo único que se espera de ellas es precisamente eso.
Título: "Hellboy II: The Golden Army" ("Hellboy II: El Ejército Dorado")
Año: 2008
Origen: Estados Unidos / Alemania
Director: Guillermo del Toro
Principales intérpretes: Ron Perlman, Selma Blair, Doug Jones y Anna Walton.
Duración: 120 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Nuevamente encarnado por el experimentado actor neoyorquino Ron Perlman (intérprete de grandes clásicos como "La Guerra del Fuego", "El Nombre de la Rosa" o "Alien: Resurrección"), retornan las aventuras del pétreo personaje rojizo del título: el del carácter temible, la fortaleza física casi incomparable y la prodigiosa mano gigante capaz de destruír a cuanto oponente ose interferir en su camino o sus ideas.
Obviamente, el héroe rojizo deberá involucrarse en la lucha contra el Príncipe Nuada, a fin de impedir que el letal Ejército Dorado desate su incontenible poder sobre la raza humana, acto que finalizaría con un total exterminio de la misma, dadas las características de invulnerabilidad de estos enormes soldados mecánicos.
Junto a Hellboy estarán nuevamente su amada Liz (Selma Blair, protagonista también de la primer "Hellboy", como asimismo de "Legalmente Rubia" o "La Niebla"), su lugarteniente Abe (Doug Jones: "Batman Regresa", "Hombres de Negro II", "Doom") y el poco apreciado jefe Manning (Jeffrey Tambor). A este singular combo se les agregarán una suerte de científico reducido a una forma de ente gaseoso dentro de una escafandra (la galería de personajes que desfilan a lo largo del film son simplemente increíbles!) llamado Johann Krauss (John Alexander) y la hermana del Príncipe Nuada, la Princesa Nuala (valga la redundancia!), graciosamente interpretada por la actriz inglesa Anna Walton. Cabe aclarar que Nuala se muestra en absoluta disidencia con el modo de pensar de su belicoso hermano.
Desde el punto de vista visual, por supuesto que esta secuela es tan o más imponente que su predecesora. A modo de ejemplo, basta ver la secuencia que se desarrolla en el Troll Market, y sólo cabe asombrarse ante tamaño derroche de imaginación, puesto de manifiesto en la galería de personajes que allí podemos ver.
Pero la trama argumental y el desarrollo de la misma nos pareció un tanto menos atractiva que aquélla "Hellboy" del 2004, haciendo demasiado hincapié en intrascendentes cuestiones alegóricas a la intimidad de los personajes, tales como la conflictiva relación de convivencia entre Hellboy y Liz, o el amor que la Princesa Nuala despierta en el anfibio Abe.
Tampoco pueden destacarse en demasía las labores actorales, porque el estilo de película no deja mucho margen de acción para el lucimiento de los intérpretes. Ron Perlman le dota a Hellboy de su gran presencia física y carisma, y poco más hay por destacar en este rubro. Quizás mencionar al caractér de la Princesa Nuala, a quien Anna Walton le otorga una sensibilidad que excede las características fantásticas de la mencionada.
La dirección está a cargo del mexicano Guillermo del Toro, también responsable de la primera entrega.
Para resumir: siempre es divertido ver esta clase de producciones, dado que proporcionan entretenimiento asegurado y rara vez defraudan, especialmente porque lo único que se espera de ellas es precisamente eso.
Título: "Hellboy II: The Golden Army" ("Hellboy II: El Ejército Dorado")
Año: 2008
Origen: Estados Unidos / Alemania
Director: Guillermo del Toro
Principales intérpretes: Ron Perlman, Selma Blair, Doug Jones y Anna Walton.
Duración: 120 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
jueves, 5 de agosto de 2010
Nosferatu (1979)
Sin lugar a dudas, uno de los films preferidos de quien escribe, cómodamente instalado en el top five de las mejores películas que he visto en mi vida. O que más me han gustado, al menos. De hecho, no pude disfrutar de la magia de la versión original -la del año 1922, dirigida por F.W. Murnau y estelarizada por el exótico Max Schreck-, del mismo modo en que lo he hecho con esta remake, la cual he visto mínimamente una decena de veces.
La historia es por demás conocida: el viaje del agente
inmobiliario Jonathan Harker (interpretado por el gran actor suizo Bruno Ganz, a quien hemos apreciado en clásicos como "Los Niños del Brasil", "La Dama de las Camelias", o más recientemente en su imponente personificación de Adolf Hitler en "La Caída") desde la ciudad de Wismar (en Alemania) hasta Transylvania, situada en medio de los Montes Cárpatos. El motivo de tal travesía: ofrecerle al siniestro Conde Drácula (el maravilloso Klaus Kinski, también disfrutable en joyas como "Doctor Zhivago", "Aguirre: la Ira de Dios" o "Fitzcarraldo") una mansión para comprar en Wismar.
Con tal objetivo entre manos, tras despedirse de su esposa Lucy (la fascinante actriz gala Isabelle Adjani, a quien hemos admirado -profundamente...!- en "Verano Caliente" -"Un Verano Mortal", sería la correcta traducción-, "Camille Claudel" o "Diabólique"), a la que Adjani le imprime su única e inimitable espectral palidez helada!, Jonathan se dirige a caballo en este largo viaje, el cual le toma varios días llevar a cabo.
Al llegar al lúgubre y fantasmal castillo en los Cárpatos, se enfrentará a la siniestra abominación encarnada magistralmente por Kinski, donde asistiremos a algunas de las escenas más oscuras y tenebrosas de la historia del cine de terror, tal como aquélla en la que el Conde le susurra a Jonathan en medio de la soledad y el silencio nocturno de los Cárpatos, solamente alterados por el lastimero llanto de los lobos en las afueras del ruinoso castillo... Simplemente, uno de los mejores momentos que el Séptimo Arte nos ha brindado a los amantes del cine más terrorífico.
La acción proseguirá luego con el descubrimiento de la belleza de Lucy a manos del Conde, tras ver un pequeño retrato que Jonathan lleva consigo; y la posterior obsesión por ir en su búsqueda hasta Wismar, adonde llegará en un barco completamente infestado de ratas, las cuales diseminarán la peste por esa región de Europa... De más está decir que toda esta porción del filme está atiborrada de escenas inolvidables, enmarcadas en una fotografía sencillamente alucinante: por sólo citar un ejemplo, el arribo del barco al puerto de Wismar, tan sólo tripulado por su capitán -muerto- y amarrado al timón, más una infinidad de roedores que rápidamente comienzan a diseminarse por la ciudad, es sumamente impresionante. En realidad, casi toda esta realización lo es, por lo cual no tiene mucho sentido describir tal o cual pasaje, este film es arte puro y absoluto en su más oscura expresión; de visión indispensable para cualquier amante no sólo del género de terror, sino del cine en general.
No hay palabras para describir las labores actorales de la "pareja central", el polaco Klaus Kinski y la francesa Isabelle Adjani...: ambos en sus respectivos roles antagónicos, dotan a sus personajes de una magnífica y absoluta belleza, a nuestro modesto entender nunca igualada en ninguna otra producción del estilo. Todo elogio es escaso si de ellos dos se trata.
El trabajo del histórico director alemán Werner Herzog ("Aguirre: la Ira de Dios", "El Enigma de Kaspar Hauser", "Fitzcarraldo") es impecable, logrando la ambientación más atmosférica posible, pletórica de depresión, oscuridad y tristeza; a lo cual colabora la descomunal banda sonora del filme, a cargo de Popol Vuh: ambiental, opresiva, asfixiante.
En síntesis: desde nuestra óptica, una de las más fantásticas expresiones del arte cinematográfico de todos los tiempos... Cómo no recomendarla efusivamente?
Título: "Nosferatu: Phantom der Nacht" ("Nosferatu")
Año: 1979
Origen: Alemania / Francia
Director: Werner Herzog
Principales intérpretes: Klaus Kinski, Isabelle Adjani y Bruno Ganz.
Duración: 107 minutos
Calificación: 10 puntos!
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La historia es por demás conocida: el viaje del agente
inmobiliario Jonathan Harker (interpretado por el gran actor suizo Bruno Ganz, a quien hemos apreciado en clásicos como "Los Niños del Brasil", "La Dama de las Camelias", o más recientemente en su imponente personificación de Adolf Hitler en "La Caída") desde la ciudad de Wismar (en Alemania) hasta Transylvania, situada en medio de los Montes Cárpatos. El motivo de tal travesía: ofrecerle al siniestro Conde Drácula (el maravilloso Klaus Kinski, también disfrutable en joyas como "Doctor Zhivago", "Aguirre: la Ira de Dios" o "Fitzcarraldo") una mansión para comprar en Wismar.
Con tal objetivo entre manos, tras despedirse de su esposa Lucy (la fascinante actriz gala Isabelle Adjani, a quien hemos admirado -profundamente...!- en "Verano Caliente" -"Un Verano Mortal", sería la correcta traducción-, "Camille Claudel" o "Diabólique"), a la que Adjani le imprime su única e inimitable espectral palidez helada!, Jonathan se dirige a caballo en este largo viaje, el cual le toma varios días llevar a cabo.
Al llegar al lúgubre y fantasmal castillo en los Cárpatos, se enfrentará a la siniestra abominación encarnada magistralmente por Kinski, donde asistiremos a algunas de las escenas más oscuras y tenebrosas de la historia del cine de terror, tal como aquélla en la que el Conde le susurra a Jonathan en medio de la soledad y el silencio nocturno de los Cárpatos, solamente alterados por el lastimero llanto de los lobos en las afueras del ruinoso castillo... Simplemente, uno de los mejores momentos que el Séptimo Arte nos ha brindado a los amantes del cine más terrorífico.
La acción proseguirá luego con el descubrimiento de la belleza de Lucy a manos del Conde, tras ver un pequeño retrato que Jonathan lleva consigo; y la posterior obsesión por ir en su búsqueda hasta Wismar, adonde llegará en un barco completamente infestado de ratas, las cuales diseminarán la peste por esa región de Europa... De más está decir que toda esta porción del filme está atiborrada de escenas inolvidables, enmarcadas en una fotografía sencillamente alucinante: por sólo citar un ejemplo, el arribo del barco al puerto de Wismar, tan sólo tripulado por su capitán -muerto- y amarrado al timón, más una infinidad de roedores que rápidamente comienzan a diseminarse por la ciudad, es sumamente impresionante. En realidad, casi toda esta realización lo es, por lo cual no tiene mucho sentido describir tal o cual pasaje, este film es arte puro y absoluto en su más oscura expresión; de visión indispensable para cualquier amante no sólo del género de terror, sino del cine en general.
No hay palabras para describir las labores actorales de la "pareja central", el polaco Klaus Kinski y la francesa Isabelle Adjani...: ambos en sus respectivos roles antagónicos, dotan a sus personajes de una magnífica y absoluta belleza, a nuestro modesto entender nunca igualada en ninguna otra producción del estilo. Todo elogio es escaso si de ellos dos se trata.
El trabajo del histórico director alemán Werner Herzog ("Aguirre: la Ira de Dios", "El Enigma de Kaspar Hauser", "Fitzcarraldo") es impecable, logrando la ambientación más atmosférica posible, pletórica de depresión, oscuridad y tristeza; a lo cual colabora la descomunal banda sonora del filme, a cargo de Popol Vuh: ambiental, opresiva, asfixiante.
En síntesis: desde nuestra óptica, una de las más fantásticas expresiones del arte cinematográfico de todos los tiempos... Cómo no recomendarla efusivamente?
Título: "Nosferatu: Phantom der Nacht" ("Nosferatu")
Año: 1979
Origen: Alemania / Francia
Director: Werner Herzog
Principales intérpretes: Klaus Kinski, Isabelle Adjani y Bruno Ganz.
Duración: 107 minutos
Calificación: 10 puntos!
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
domingo, 11 de julio de 2010
Diabólicas
Remake americana de un aclamado film francés de 1955 ("Les Diaboliques", estelarizado por Simone Signoret), este "Diabólicas" (también conocido como "Diabolique"), del año 1996, me ha encantado ya desde la primera vez que la ví, varios años atrás, en formato VHS. Habiendo conseguido ahora la versión DVD y pese al tiempo transcurrido, el efecto ha sido bastante similar. Debo admitir que la participación de una actriz fetiche de mi adolescencia, la francesa Isabelle Adjani (a quien hemos idolatrado en "Nosferatu el Vampiro", "Un Verano Mortal" -erróneamente titulada en Argentina como "Verano Caliente"- o "Camille Claudel"), tiene algo que ver con ello.
La trama gira en torno a un sórdido asesinato llevado a cabo por dos mujeres; en este caso del marido de una de ellas, y al mismo tiempo amante de la otra. Este hecho en pleno conocimiento de ambas, vale aclararlo.
Mía Barán (Isabelle Adjani) es la co-directora de un establecimiento educativo de alta alcurnia. Es una mujer frágil y enferma (con problemas cardíacos), maltratada y chantajeada económicamente por su esposo, Guy Barán (Chazz Palminteri, entre cuyos trabajos encontramos "Jade", "Push" o "Jolene"), co-director del colegio, un individuo abusivo y sádico. El trío central se completa con la profesora Nicole Horner (interpretada por la ultra famosa Sharon Stone, estrella de "Las Minas del Rey Salomón", "Bajos Instintos", "Rápida y Mortal" y "Gatúbela", entre muchas otras), quien es la tercera en discordia y amante del mencionado sujeto, y que algunas veces también soporta violencia física a manos del mismo.
Hartas de las actitudes de Barán, su esposa y su amante proceden a hurdir el plan para eliminarlo, lo cual finalmente consiguen (o creen conseguir?) ahogándolo en una bañera. No sin esfuerzo, logran extraer el cadáver de la casa y lo llevan hasta el predio escolar, donde deciden ocultarlo en la pileta del lugar, que es bastante grande y para esa época del año está llena de agua turbia y sucia, la cual supuestamente ocultará el cuerpo por espacio de un par de días, hasta que éste emerja naturalmente a la superficie. La idea de las asesinas es mostrarse consternadas por la desaparición de Barán, y que finalmente la justicia crea que murió ahogado al caer borracho en la pileta.
Todo se complicará cuando el cadáver de Barán no sea hallado en el interior de dicha pileta, y su esposa comience a recibir inquietantes señales de que aún está con vida. De allí hasta el final, el argumento nos mostrará un par de vueltas de tuerca que contribuyen a fortalecer el buen guión.
Es muy lograda la labor actoral del trío principal: Stone en su rol de amante decepcionada y mujer avasallante a la vez, dueña de un fuerte carácter que contrasta con la notable debilidad emocional y fragilidad física de la subyugante Adjani. La francesa es dueña de una de las miradas más sugestivas y expresivas del cine de todos los tiempos, y su rostro debe ser el más apto que hayamos visto para adecuarse al sentimiento de sufrimiento y tristeza.
Palminteri también aparece como muy convincente en su rol de marido y amante, desconsiderado y cruel.
A nuestro juicio (contrario al de varias críticas que tuvimos oportunidad de leer), el trabajo del director canadiense Jeremiah Chechik ("Los Vengadores") es bueno y ayuda a hacer de "Diabólicas" una película con muy buen suspenso, enmarcada en un ambiente oscuro y opresivo. La atmósfera de los años 50' está óptimamente recreada, y la sugestiva fotografía realza el hábitat donde se desarrolla la acción.
En suma, "Diabólicas" nos ha parecido un thriller altamente recomendable, sin pretender que esté a la altura de la versión original, pero atrapando al espectador por méritos propios.
Título: Diabolique - Diabólicas
Año: 1996
Origen: Estados Unidos
Director: Jeremiah Chechik
Principales intérpretes: Sharon Stone, Isabelle Adjani, Chazz Palminteri y Kathy Bates
Duración: 107 minutos
Calificación: 9 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La trama gira en torno a un sórdido asesinato llevado a cabo por dos mujeres; en este caso del marido de una de ellas, y al mismo tiempo amante de la otra. Este hecho en pleno conocimiento de ambas, vale aclararlo.
Mía Barán (Isabelle Adjani) es la co-directora de un establecimiento educativo de alta alcurnia. Es una mujer frágil y enferma (con problemas cardíacos), maltratada y chantajeada económicamente por su esposo, Guy Barán (Chazz Palminteri, entre cuyos trabajos encontramos "Jade", "Push" o "Jolene"), co-director del colegio, un individuo abusivo y sádico. El trío central se completa con la profesora Nicole Horner (interpretada por la ultra famosa Sharon Stone, estrella de "Las Minas del Rey Salomón", "Bajos Instintos", "Rápida y Mortal" y "Gatúbela", entre muchas otras), quien es la tercera en discordia y amante del mencionado sujeto, y que algunas veces también soporta violencia física a manos del mismo.
Hartas de las actitudes de Barán, su esposa y su amante proceden a hurdir el plan para eliminarlo, lo cual finalmente consiguen (o creen conseguir?) ahogándolo en una bañera. No sin esfuerzo, logran extraer el cadáver de la casa y lo llevan hasta el predio escolar, donde deciden ocultarlo en la pileta del lugar, que es bastante grande y para esa época del año está llena de agua turbia y sucia, la cual supuestamente ocultará el cuerpo por espacio de un par de días, hasta que éste emerja naturalmente a la superficie. La idea de las asesinas es mostrarse consternadas por la desaparición de Barán, y que finalmente la justicia crea que murió ahogado al caer borracho en la pileta.
Todo se complicará cuando el cadáver de Barán no sea hallado en el interior de dicha pileta, y su esposa comience a recibir inquietantes señales de que aún está con vida. De allí hasta el final, el argumento nos mostrará un par de vueltas de tuerca que contribuyen a fortalecer el buen guión.
Es muy lograda la labor actoral del trío principal: Stone en su rol de amante decepcionada y mujer avasallante a la vez, dueña de un fuerte carácter que contrasta con la notable debilidad emocional y fragilidad física de la subyugante Adjani. La francesa es dueña de una de las miradas más sugestivas y expresivas del cine de todos los tiempos, y su rostro debe ser el más apto que hayamos visto para adecuarse al sentimiento de sufrimiento y tristeza.
Palminteri también aparece como muy convincente en su rol de marido y amante, desconsiderado y cruel.
A nuestro juicio (contrario al de varias críticas que tuvimos oportunidad de leer), el trabajo del director canadiense Jeremiah Chechik ("Los Vengadores") es bueno y ayuda a hacer de "Diabólicas" una película con muy buen suspenso, enmarcada en un ambiente oscuro y opresivo. La atmósfera de los años 50' está óptimamente recreada, y la sugestiva fotografía realza el hábitat donde se desarrolla la acción.
En suma, "Diabólicas" nos ha parecido un thriller altamente recomendable, sin pretender que esté a la altura de la versión original, pero atrapando al espectador por méritos propios.
Título: Diabolique - Diabólicas
Año: 1996
Origen: Estados Unidos
Director: Jeremiah Chechik
Principales intérpretes: Sharon Stone, Isabelle Adjani, Chazz Palminteri y Kathy Bates
Duración: 107 minutos
Calificación: 9 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
martes, 6 de julio de 2010
Misión: Imposible II
Realmente nunca le había dado demasiada bolilla a estas remakes cinematográficas de la vieja serie de los dorados 60's. Pasándolas en limpio, la primera de ellas fué filmada en 1996, ésta que nos ocupa en 2000, la tercera devino en 2006, y actualmente se encuentra en fase de pre-producción la cuarta parte de la saga, prevista para 2011. Siempre con el carilindo Tom Cruise a cargo del rol principal, el del espía Ethan Hunt. Además de ocuparse -al menos en ésta segunda entrega que vimos tardíamente en formato DVD- de labores de producción.
La acción -totalmente independiente de la primera parte- nos muestra a un grupo de inescrupulosos individuos, liderados por un agente secreto renegado, Sean Ambrose (rol jugado por el escocés Dougray Scott: "Otras Nueve Semanas y Media", "Agua Turbia", "Amas de Casa Desesperadas"), apoderándose de un virus letal denominado "Quimera" -que tiene la mortal facultad de exterminar a un ser humano en poco más de un día-, y de su antídoto (denominado "Belerafonte"). Los sujetos planean hacer dinero a gran escala diseminando la enfermedad, para posteriormente poder comercializar el antídoto.
Aquí es cuando es convocado el mejor espía del orbe, Ethan Hunt, quien se asociará a una ladrona sumamente avezada (y ex amante de Ambrose, de la cual él está perdidamente enamorado) llamada Nyah Nordoff Hall (papel protagónico a cargo de la subyugante actriz inglesa Thandie Newton, a quien vimos en "Entrevista con el Vampiro", "La Verdad Acerca de Charlie", "Las Crónicas de Riddick" o la reciente "2012"). Ambos procurarán llegar a la destrucción del virus Quimera y la posterior aprehensión del espía desertor.
Esta remake de la antigua serie de TV respeta algunos slogans y clichés de la misma, tal como la escena en la que le son enviadas sus instrucciones (al principio de la acción) a Hunt, a quién se le advertirá que "el mensaje se autodestruirá en cinco segundos" posteriormente a su comunicación. Sólo que en vez de ser una vieja grabación en cinta, dicho mensaje le llega al agente a través de unos modernísimos anteojos, con imágenes incluídas.
La recordada y famosísima música creada por el gran compositor argentino Lalo Schiffrin se encuentra -obviamente- presente (Qué gran error hubiese sido cambiarla, no?), en una versión también adaptada a estos tiempos por Hans Zimmer.
La película es en sí muy entretenida, aunque carece de la magia de la vieja serie, dado que aquí se le dá prioridad a mostrar las exageradas habilidades de Ethan Hunt, puestas de manifiesto en alocadas acciones repletas de efectos especiales y escaso sentimiento.
Los actores juegan correctamente sus papeles, los cuales no exigen grandes capacidades interpretativas. Thandie Newton aporta belleza y exótica sensualidad, aunque un rostro no del todo expresivo. Para Tom Cruise, dá la sensación de que es tan sólo un mero trámite ponerse en la piel de Ethan Hunt.
La dirección está a cargo del chino John Woo, responsable de pocas obras reconocidas ("Hard Target: Operación Cacería", probablemente una de ellas). Su trabajo no pasa de discreto, al menos desde nuestra óptica. El desenfreno de la acción le quita peso y efecto al producto final.
Resumiendo: sólo recomendable para los amantes del entretenimiento fácil y superficial, que busquen nada más que pasar un par de horas amenas dentro de una sala, o frente a un reproductor de DVDs.
Título: Mission: Impossible II - Misión: Imposible II
Año: 2000
Origen: Estados Unidos / Alemania
Director: John Woo
Principales intérpretes: Tom Cruise, Thandie Newton y Dougray Scott.
Duración: 123 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La acción -totalmente independiente de la primera parte- nos muestra a un grupo de inescrupulosos individuos, liderados por un agente secreto renegado, Sean Ambrose (rol jugado por el escocés Dougray Scott: "Otras Nueve Semanas y Media", "Agua Turbia", "Amas de Casa Desesperadas"), apoderándose de un virus letal denominado "Quimera" -que tiene la mortal facultad de exterminar a un ser humano en poco más de un día-, y de su antídoto (denominado "Belerafonte"). Los sujetos planean hacer dinero a gran escala diseminando la enfermedad, para posteriormente poder comercializar el antídoto.
Aquí es cuando es convocado el mejor espía del orbe, Ethan Hunt, quien se asociará a una ladrona sumamente avezada (y ex amante de Ambrose, de la cual él está perdidamente enamorado) llamada Nyah Nordoff Hall (papel protagónico a cargo de la subyugante actriz inglesa Thandie Newton, a quien vimos en "Entrevista con el Vampiro", "La Verdad Acerca de Charlie", "Las Crónicas de Riddick" o la reciente "2012"). Ambos procurarán llegar a la destrucción del virus Quimera y la posterior aprehensión del espía desertor.
Esta remake de la antigua serie de TV respeta algunos slogans y clichés de la misma, tal como la escena en la que le son enviadas sus instrucciones (al principio de la acción) a Hunt, a quién se le advertirá que "el mensaje se autodestruirá en cinco segundos" posteriormente a su comunicación. Sólo que en vez de ser una vieja grabación en cinta, dicho mensaje le llega al agente a través de unos modernísimos anteojos, con imágenes incluídas.
La recordada y famosísima música creada por el gran compositor argentino Lalo Schiffrin se encuentra -obviamente- presente (Qué gran error hubiese sido cambiarla, no?), en una versión también adaptada a estos tiempos por Hans Zimmer.
La película es en sí muy entretenida, aunque carece de la magia de la vieja serie, dado que aquí se le dá prioridad a mostrar las exageradas habilidades de Ethan Hunt, puestas de manifiesto en alocadas acciones repletas de efectos especiales y escaso sentimiento.
Los actores juegan correctamente sus papeles, los cuales no exigen grandes capacidades interpretativas. Thandie Newton aporta belleza y exótica sensualidad, aunque un rostro no del todo expresivo. Para Tom Cruise, dá la sensación de que es tan sólo un mero trámite ponerse en la piel de Ethan Hunt.
La dirección está a cargo del chino John Woo, responsable de pocas obras reconocidas ("Hard Target: Operación Cacería", probablemente una de ellas). Su trabajo no pasa de discreto, al menos desde nuestra óptica. El desenfreno de la acción le quita peso y efecto al producto final.
Resumiendo: sólo recomendable para los amantes del entretenimiento fácil y superficial, que busquen nada más que pasar un par de horas amenas dentro de una sala, o frente a un reproductor de DVDs.
Título: Mission: Impossible II - Misión: Imposible II
Año: 2000
Origen: Estados Unidos / Alemania
Director: John Woo
Principales intérpretes: Tom Cruise, Thandie Newton y Dougray Scott.
Duración: 123 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
martes, 29 de junio de 2010
La Guerra del Fuego
Quien les escribe tenía en 1982 la jovial edad de quince años. A la incipiente fascinación por el Heavy Metal a partir de la guerra de Malvinas, le añadía una pasión enorme por el cine (con mis amigos solíamos ir hasta tres veces por semana a las tres salas que por aquél entonces mantenía nuestra ciudad natal de Chivilcoy!). Dicha pasión por el séptimo arte se acrecentaba cuando surgía alguna película fuera de lo común para ir a ver: jamás fallábamos.
Pues bien, este film que nos ocupa ahora, entra sin dudas en la categoría de "fuera de lo común": difícil de catalogar, y aunque no pertenece al cine mudo, tampoco cuenta con el don de la palabra. Recuerdo haber leído la crítica de su estreno en el viejo Diario La Razón (de Buenos Aires), la cual venía acompañada por una imagen de la primera actriz, la canadiense Rae Dawn Chong, caracterizada como un músico Black Metal de la actualidad: el flechazo fué instantáneo. "Tengo que ver esta película a como dé lugar", me dije en aquél entonces, dudando porque no todos los estrenos que pasaban por las salas capitalinas, llegaban a Chivilcoy.
Finalmente lo logré, y tras aquélla función cinematográfica, volví a verla varias veces más (seis o siete, seguro... y jamás me aburrió!) en formato DVD. La última de ellas, hace pocos días. De ahí la decisión de comentarla aquí.
Ambientada nada más ni nada menos que 80.000 años atrás (si, 80.000!!), el film muestra las peripecias de una tribu sumamente primitiva (Neanderthales?), que desconocen cómo encender el fuego. Mantienen desde siempre, llamas -encendidas quién sabe por qué causal original- ardiendo, que les permiten sobrevivir en un mundo frío (y totalmente hostil); pero ignoran cómo encenderlas por sus propios medios.
Un día -tras un desafortunado combate contra otra tribu de características aún más simiescas-, pierden el ardor de esas llamas que les brindaban calor.
Es allí cuando tres integrantes del clan, personificados por Everett McGill ("Duna", "La Gente Detrás de las Paredes"), el hoy muy popular Ron Perlman ("El Nombre de la Rosa", "Alien: Resurrección", "Hellboy") y Nameer El-Kadi (quien hoy en día ha cambiado su nombre por el de Nicholas Kadi), son enviados a recorrer vastos territorios rodeados de peligros, para traer de vuelta el fuego a la tribu.
Los tres cavernícolas se toparán en dicho viaje con numerosos riesgos: animales prehistóricos (es muy lograda la escena en la cual escapan de dos tigres Sable hambrientos), clanes caníbales, mamuts, y hasta la traición de algunos de sus propios compañeros de hogar.
También se encontrarán con otros individuos más desarrollados y adaptados (Cro Magnons?), quienes sí conocen el método para encender el anhelado elemento que les falta a los protagonistas.
El tratamiento del guión es brillante, y la dirección del francés Jean-Jacques Annaud ("El Nombre de la Rosa", "El Oso", "Siete Años en el Tíbet") es simplemente magistral. Conduce a los tres hombres primitivos en medio de la crudeza prehistórica, sin perder nunca su cuota de humor.
Los escenarios naturales de Escocia, Islandia, Canadá y Kenia son majestuosos, entregando una imagen de notable soledad, tal cual debieron ser aquéllas épocas perdidas en el tiempo.
Cabe mencionar además, que La Guerra del Fuego ganó un premio Oscar al mejor maquillaje.
Los actores entregan todo de sí, en la difícil tarea de dar vida a personajes cuyos diálogos son gruñidos ininteligibles. Es decir que deben valerse de gestos, ademanes y expresiones faciales para darse a entender. Y sin dudas lo logran. Cabe como ejemplo el momento en el que Naoh (Everett McGill) descubre cómo se enciende el anhelado fuego... pocas veces hemos visto tanta expresividad (mezcla de sorpresa y alegría) en el rostro de un actor.
La banda sonora también cumple un rol destacado, apareciendo en los pasajes cúlmines de la acción.
En resumen, casi una obra maestra del cine, que en su momento no a todos agradó, quizás por la dificultad que presupone seguir una acción donde no hay palabras de por medio. Pero que en mi humilde opinión, La Guerra del Fuego no las necesita.
Título: Quest For Fire - La Guerra del Fuego
Año: 1981
Origen: Canadá / Francia / Estados Unidos
Director: Jean-Jacques Annaud
Principales intérpretes: Everett McGill, Ron Perlman, Rae Dawn Chong y Nameer El-Kadi.
Duración: 100 minutos
Calificación: 9 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Pues bien, este film que nos ocupa ahora, entra sin dudas en la categoría de "fuera de lo común": difícil de catalogar, y aunque no pertenece al cine mudo, tampoco cuenta con el don de la palabra. Recuerdo haber leído la crítica de su estreno en el viejo Diario La Razón (de Buenos Aires), la cual venía acompañada por una imagen de la primera actriz, la canadiense Rae Dawn Chong, caracterizada como un músico Black Metal de la actualidad: el flechazo fué instantáneo. "Tengo que ver esta película a como dé lugar", me dije en aquél entonces, dudando porque no todos los estrenos que pasaban por las salas capitalinas, llegaban a Chivilcoy.
Finalmente lo logré, y tras aquélla función cinematográfica, volví a verla varias veces más (seis o siete, seguro... y jamás me aburrió!) en formato DVD. La última de ellas, hace pocos días. De ahí la decisión de comentarla aquí.
Ambientada nada más ni nada menos que 80.000 años atrás (si, 80.000!!), el film muestra las peripecias de una tribu sumamente primitiva (Neanderthales?), que desconocen cómo encender el fuego. Mantienen desde siempre, llamas -encendidas quién sabe por qué causal original- ardiendo, que les permiten sobrevivir en un mundo frío (y totalmente hostil); pero ignoran cómo encenderlas por sus propios medios.
Un día -tras un desafortunado combate contra otra tribu de características aún más simiescas-, pierden el ardor de esas llamas que les brindaban calor.
Es allí cuando tres integrantes del clan, personificados por Everett McGill ("Duna", "La Gente Detrás de las Paredes"), el hoy muy popular Ron Perlman ("El Nombre de la Rosa", "Alien: Resurrección", "Hellboy") y Nameer El-Kadi (quien hoy en día ha cambiado su nombre por el de Nicholas Kadi), son enviados a recorrer vastos territorios rodeados de peligros, para traer de vuelta el fuego a la tribu.
Los tres cavernícolas se toparán en dicho viaje con numerosos riesgos: animales prehistóricos (es muy lograda la escena en la cual escapan de dos tigres Sable hambrientos), clanes caníbales, mamuts, y hasta la traición de algunos de sus propios compañeros de hogar.
También se encontrarán con otros individuos más desarrollados y adaptados (Cro Magnons?), quienes sí conocen el método para encender el anhelado elemento que les falta a los protagonistas.
El tratamiento del guión es brillante, y la dirección del francés Jean-Jacques Annaud ("El Nombre de la Rosa", "El Oso", "Siete Años en el Tíbet") es simplemente magistral. Conduce a los tres hombres primitivos en medio de la crudeza prehistórica, sin perder nunca su cuota de humor.
Los escenarios naturales de Escocia, Islandia, Canadá y Kenia son majestuosos, entregando una imagen de notable soledad, tal cual debieron ser aquéllas épocas perdidas en el tiempo.
Cabe mencionar además, que La Guerra del Fuego ganó un premio Oscar al mejor maquillaje.
Los actores entregan todo de sí, en la difícil tarea de dar vida a personajes cuyos diálogos son gruñidos ininteligibles. Es decir que deben valerse de gestos, ademanes y expresiones faciales para darse a entender. Y sin dudas lo logran. Cabe como ejemplo el momento en el que Naoh (Everett McGill) descubre cómo se enciende el anhelado fuego... pocas veces hemos visto tanta expresividad (mezcla de sorpresa y alegría) en el rostro de un actor.
La banda sonora también cumple un rol destacado, apareciendo en los pasajes cúlmines de la acción.
En resumen, casi una obra maestra del cine, que en su momento no a todos agradó, quizás por la dificultad que presupone seguir una acción donde no hay palabras de por medio. Pero que en mi humilde opinión, La Guerra del Fuego no las necesita.
Título: Quest For Fire - La Guerra del Fuego
Año: 1981
Origen: Canadá / Francia / Estados Unidos
Director: Jean-Jacques Annaud
Principales intérpretes: Everett McGill, Ron Perlman, Rae Dawn Chong y Nameer El-Kadi.
Duración: 100 minutos
Calificación: 9 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
miércoles, 23 de junio de 2010
Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres
Siempre es un placer poder ver películas procedentes de países no tradicionales en este arte, tal como el caso que nos ocupa ahora: una co-producción entre Suecia, Dinamarca, Noruega y Alemania.
"Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres" es la primera parte de una trilogía denominada "Millennium", creada por el extinto escritor sueco Stieg Larsson, que se transformó en un suceso mundial tras el fallecimiento de su autor, acaecido durante el año 2004.
La trama nos muestra a una singular protagonista: Lisbeth Salander (encarnada por una pétrea Noomi Rapace): hacker, dark/after punk, bisexual, mujer torturada por su pasado, poseedora de un carácter glacial.
En el principal rol masculino, la acompaña un periodista de renombre, Mikael Blomkvist (jugado por el actor sueco Michael Nyqvist). Juntos intentarán desentrañar el supuesto crimen y desaparición de una joven aristócrata, acontecido cuatro décadas atrás, tras ser contratados por un tío de la misma. En medio de esta búsqueda, se enfrentarán al clan familiar de la infortunada, quienes presentan características que los vinculan a grupos neonazis.
La acción se desarrolla con dureza y contundencia, por momentos, extremas. Y toda esa extremidad la va aportando Lisbeth, quien sufre emocionalmente por nefastos recuerdos de su infancia, y que ha pasado parte de su vida en un reformatorio juvenil.
La joven hacker padece el oprobio de ser sometida sexualmente por su tutor legal, el encargado de velar por su buena conducta y su reinserción social. Hay un par de violentísimas escenas jugadas entre Lisbeth y este despreciable sujeto, que suman mucho para la referida contundencia del film, y sirven para mostrar plenamente las facultades del personaje femenino central.
La trama se va desenredando enmarcada en un helado territorio sueco, y las imágenes son sencillamente fascinantes. La fotografía alucina, y adorna perfectamente lo que va aconteciendo en el guión. Este posee un par de buenas vueltas de tuerca, cosa que deleitará a los seguidores del cine de suspenso.
La labor actoral es muy atinada, aunque Noomi Rapace aparece un tanto sobreactuada por momentos. De todos modos, le imprime tremenda fuerza a Lisbeth Salander (Otra buena prueba de ello es la secuencia en el subte, cuando la hacker se enfrenta -sola- a una patota que la golpea con salvajismo, pero que finalmente termina huyendo ante la descontrolada reacción de la feroz darky).
Michael Nyqvist compone convincentemente al periodista, que ha sido sentenciado a unos meses de prisión en suspenso por difamar a un reconocido empresario, otorgándole naturalidad y credibilidad a su personaje.
Esperamos poder ver pronto la segunda parte de esta saga, que indudablemente ha correspondido a las excelentes críticas recibidas en distintas ciudades del orbe, incluída Buenos Aires. Con una duración extensa (dos horas y media), en ningún momento permite que miremos el reloj, lo cual ya de por sí constituye un alto mérito. Totalmente recomendable.
Título: Män Som Hatar Kvinnor - Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres
Año: 2009
Origen: Suecia / Dinamarca / Noruega / Alemania
Director: Niels Oplev
Principales intérpretes: Noomi Rapace, Michael Nyqvist y Sven-Bertil Taube
Duración: 152 minutos
Calificación: 8 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
"Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres" es la primera parte de una trilogía denominada "Millennium", creada por el extinto escritor sueco Stieg Larsson, que se transformó en un suceso mundial tras el fallecimiento de su autor, acaecido durante el año 2004.
La trama nos muestra a una singular protagonista: Lisbeth Salander (encarnada por una pétrea Noomi Rapace): hacker, dark/after punk, bisexual, mujer torturada por su pasado, poseedora de un carácter glacial.
En el principal rol masculino, la acompaña un periodista de renombre, Mikael Blomkvist (jugado por el actor sueco Michael Nyqvist). Juntos intentarán desentrañar el supuesto crimen y desaparición de una joven aristócrata, acontecido cuatro décadas atrás, tras ser contratados por un tío de la misma. En medio de esta búsqueda, se enfrentarán al clan familiar de la infortunada, quienes presentan características que los vinculan a grupos neonazis.
La acción se desarrolla con dureza y contundencia, por momentos, extremas. Y toda esa extremidad la va aportando Lisbeth, quien sufre emocionalmente por nefastos recuerdos de su infancia, y que ha pasado parte de su vida en un reformatorio juvenil.
La joven hacker padece el oprobio de ser sometida sexualmente por su tutor legal, el encargado de velar por su buena conducta y su reinserción social. Hay un par de violentísimas escenas jugadas entre Lisbeth y este despreciable sujeto, que suman mucho para la referida contundencia del film, y sirven para mostrar plenamente las facultades del personaje femenino central.
La trama se va desenredando enmarcada en un helado territorio sueco, y las imágenes son sencillamente fascinantes. La fotografía alucina, y adorna perfectamente lo que va aconteciendo en el guión. Este posee un par de buenas vueltas de tuerca, cosa que deleitará a los seguidores del cine de suspenso.
La labor actoral es muy atinada, aunque Noomi Rapace aparece un tanto sobreactuada por momentos. De todos modos, le imprime tremenda fuerza a Lisbeth Salander (Otra buena prueba de ello es la secuencia en el subte, cuando la hacker se enfrenta -sola- a una patota que la golpea con salvajismo, pero que finalmente termina huyendo ante la descontrolada reacción de la feroz darky).
Michael Nyqvist compone convincentemente al periodista, que ha sido sentenciado a unos meses de prisión en suspenso por difamar a un reconocido empresario, otorgándole naturalidad y credibilidad a su personaje.
Esperamos poder ver pronto la segunda parte de esta saga, que indudablemente ha correspondido a las excelentes críticas recibidas en distintas ciudades del orbe, incluída Buenos Aires. Con una duración extensa (dos horas y media), en ningún momento permite que miremos el reloj, lo cual ya de por sí constituye un alto mérito. Totalmente recomendable.
Título: Män Som Hatar Kvinnor - Los Hombres Que No Amaban A Las Mujeres
Año: 2009
Origen: Suecia / Dinamarca / Noruega / Alemania
Director: Niels Oplev
Principales intérpretes: Noomi Rapace, Michael Nyqvist y Sven-Bertil Taube
Duración: 152 minutos
Calificación: 8 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
martes, 22 de junio de 2010
El Príncipe de Persia: las Arenas del Tiempo
Título que venía precedido de regulares críticas y comentarios bastante reticentes, El Píncipe de Persia se transformó en una interesante experiencia cinematográfica. De ahí, que aquélla acertada idea de que las películas tenemos que verlas y no guiarnos por las opiniones de otros, cobre importancia una vez más.
El film es otra superproducción de los Estudios Disney, lo cual es garantía de buen espectáculo, y está dirigido por Mike Newell ("El Amor en los Tiempos del Cólera", "Harry Potter y el Cáliz de Fuego", "Cuatro Bodas y un Funeral").
Cuenta la historia de Dastan, hijo adoptivo del Rey Sharaman de Persia; de cómo es traicionado por su tío Nizam -quien busca quedarse con el trono persa-, siendo acusado del asesinato del Rey; y de cómo se embarca en una épica aventura para lograr detener al traidor y recuperar su credibilidad ante el pueblo persa, y en especial ante sus dos hermanos que sí poseen sangre real. Para ello, se involucrará con la princesa de un reino invadido por el ejército persa, quien es guardiana de una extraña daga cuya empuñadura es hueca y está provista de no menos extrañas arenas que otorgan a su portador la posibilidad de retroceder en el tiempo (?) y de cambiar el curso de la historia. Interesante facultad la de esas arenas, indudablemente.
La película es la primera de una trilogía (De allí el subtítulo "Las Arenas del Tiempo"), está basada en un videojuego, y el ritmo de la misma es verdaderamente vertiginoso. Por un lado, esto contribuye a que el espectador no tenga ni un minuto de respiro y jamás caiga en el aburrimiento; pero por otro lado creemos que le juega en contra al producto final, porque la acción carece de las necesarias pausas, o de un ritmo un tanto menos alocado, que hubiera logrado un efecto más contundente en algunas escenas y situaciones.
La ambientación está perfectamente lograda, y la fotografía también hace honor a una aventura épica cuyo escenario natural es el desierto y los antiguos palacios de Oriente. Un punto alto para destacar.
Los actores cumplen bien con sus roles, especialmente el protagonista principal, Jake Gyllenhaal ("Secreto en la Montaña", "El Día Después de Mañana"), quien le otorga simpatía y carisma al Príncipe Dastan; como asimismo el gran actor inglés Ben Kingley ("Ghandi", "La Lista de Schindler"), quien personifica correctamente al villano Nizam. El único personaje femenino de la acción (la Princesa Tamina) está a cargo de Gemma Arterton, a quien vimos hace poco en "Furia de Titanes".
En resumen: es un muy buen entretenimiento para aquellos que gusten del cine de aventuras simple y sin mayores pretensiones. Para ellos, seguramente es un producto muy recomendable.
Título: Prince of Persia: the Sands of Time - El Príncipe de Persia: las Arenas del Tiempo
Año: 2010
Origen: Estados Unidos
Director: Mike Newell
Principales intérpretes: Jake Gyllenhaal, Ben Kingsley, Gemma Arterton y Alfred Molina.
Duración: 116 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
El film es otra superproducción de los Estudios Disney, lo cual es garantía de buen espectáculo, y está dirigido por Mike Newell ("El Amor en los Tiempos del Cólera", "Harry Potter y el Cáliz de Fuego", "Cuatro Bodas y un Funeral").
Cuenta la historia de Dastan, hijo adoptivo del Rey Sharaman de Persia; de cómo es traicionado por su tío Nizam -quien busca quedarse con el trono persa-, siendo acusado del asesinato del Rey; y de cómo se embarca en una épica aventura para lograr detener al traidor y recuperar su credibilidad ante el pueblo persa, y en especial ante sus dos hermanos que sí poseen sangre real. Para ello, se involucrará con la princesa de un reino invadido por el ejército persa, quien es guardiana de una extraña daga cuya empuñadura es hueca y está provista de no menos extrañas arenas que otorgan a su portador la posibilidad de retroceder en el tiempo (?) y de cambiar el curso de la historia. Interesante facultad la de esas arenas, indudablemente.
La película es la primera de una trilogía (De allí el subtítulo "Las Arenas del Tiempo"), está basada en un videojuego, y el ritmo de la misma es verdaderamente vertiginoso. Por un lado, esto contribuye a que el espectador no tenga ni un minuto de respiro y jamás caiga en el aburrimiento; pero por otro lado creemos que le juega en contra al producto final, porque la acción carece de las necesarias pausas, o de un ritmo un tanto menos alocado, que hubiera logrado un efecto más contundente en algunas escenas y situaciones.
La ambientación está perfectamente lograda, y la fotografía también hace honor a una aventura épica cuyo escenario natural es el desierto y los antiguos palacios de Oriente. Un punto alto para destacar.
Los actores cumplen bien con sus roles, especialmente el protagonista principal, Jake Gyllenhaal ("Secreto en la Montaña", "El Día Después de Mañana"), quien le otorga simpatía y carisma al Príncipe Dastan; como asimismo el gran actor inglés Ben Kingley ("Ghandi", "La Lista de Schindler"), quien personifica correctamente al villano Nizam. El único personaje femenino de la acción (la Princesa Tamina) está a cargo de Gemma Arterton, a quien vimos hace poco en "Furia de Titanes".
En resumen: es un muy buen entretenimiento para aquellos que gusten del cine de aventuras simple y sin mayores pretensiones. Para ellos, seguramente es un producto muy recomendable.
Título: Prince of Persia: the Sands of Time - El Príncipe de Persia: las Arenas del Tiempo
Año: 2010
Origen: Estados Unidos
Director: Mike Newell
Principales intérpretes: Jake Gyllenhaal, Ben Kingsley, Gemma Arterton y Alfred Molina.
Duración: 116 minutos
Calificación: 7 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
miércoles, 16 de junio de 2010
Doomsday: Juicio Final
Interesante y apocalíptico film que pudimos apreciar en formato DVD, aunque con algunas excentricidades en el guión que le quitan brillo al producto final.
La historia transcurre en el Reino Unido de Gran Bretaña, durante el año 2035. Previo a esto, allá por 2008, un virus letal denominado "La Parca", azota y extermina a la población de Escocia. Dicho país británico queda confinado a una cuarentena indefinida detrás de un muro descomunal, que presenta similitudes con la Gran Muralla China.
Escocia pasa a ser un país fantasma, hasta que allá por 2035, el virus recrudece al otro lado del muro, concretamente en territorio inglés. La población empieza a experimentar los síntomas y a perecer en masa. Sin embargo, el Primer Ministro y sus inescrupulosos asesores averiguan que detrás del muro, en la olvidada Escocia, han comenzado a aparecer señales de vida... lo cual da lugar a pensar que una cura al virus es posible, y si la hay, se halla detrás de aquél paredón.
Es aquí cuando es convocada la Mayor Sinclair (la actriz inglesa Rhona Mitra (desbordante de musculatura y sex appeal), intérprete de "Underworld: Rise of the Lycans" y "Beowulf", entre otras; para que se dirija -acompañada de un minúsculo grupo de militares y científicos- a la depredada (y nuevamente muy peligrosa) zona escocesa. Sinclair es una sobreviviente de la noche en la cual se cerró definitivamente el muro, veintisiete años atrás, situación en la cual perdió un ojo de un balazo, en brazos de su madre. De hecho, el de Eden Sinclair es un personaje atormentado, quien busca señales de su pasado, y saber quién era su madre, a quien le debe su sobrevida.
La película está muy bien filmada y es sumamente violenta. El director Neil Marshall no escatima mostrar escenas duras, varias de ellas de dudoso gusto (como cuando una tanqueta aplasta y masacra a una vaca en el camino).
Los personajes que moran en la Escocia del 2035 se dividen en dos clanes: uno de ellos se agrupa bajo la figura de una especie de Punk demente y esquizofrénico; y el otro detrás de un ex científico, el cual se supone conoce la cura que busca la protagonista. En medio de abundante y desbordante acción, la lucha de Sinclair contra todos los moradores de la zona contaminada, trae reminiscencias de "Mad Max" (Muchas reminiscencias... hay una escena de persecución en una carretera que parece un calco tomado de aquél clásico del cine futurista).
Hay un momento en el film que es decididamente fatal: el líder de las pandillas Punks presenta una especie de acto de comedia musical, bailando y montando un show al ritmo de canciones ochentosas... pese a que la acción de esta secuencia finaliza con un soldado inglés quemado y devorado por estos pseudo caníbales, creemos que esta parte de "Doomsday" es por lejos, lo peor de la película. Y nos quedó demasiado grabada en nuestras retinas, por lo cual el mérito del film bajó considerablemente. Demasiado delirante y descolgado.
Las actuaciones son todo lo correctas que se pueden pedir para un film violento y sin grandes pretensiones. El histórico Malcolm McDowell ("La Naranja Mecánica", "Hospital Britannia", "Halloween", etc.) aparece en el papel del científico que lidera una suerte de comunidad medieval en la Escocia del 2035, en una performance no del todo convincente.
Rhona Mitra llena de sensualidad a la Mayor Sinclair, poniendo sus músculos en tensión en todo momento.
Y el que se lleva las palmas por su composición de Sol, el descontrolado líder Punk, es Craig Conway, entre cuyos escasos antecedentes cuenta el de haber compuesto a uno de los rastreros monstruos subterráneos en la inquietante "The Descent", en 2005.
En resumen: vale la pena verla, porque es muy entretenida y no cae en baches de aburrimiento. Si sos fan de Rhona Mitra, más aún. Aunque no es un film que vaya a cambiar la vida de nadie, claro está.
Título: Doomsday (Juicio Final)
Año: 2008
Origen: Reino Unido / Estados Unidos
Director: Neil Marshall
Principales intérpretes: Rhona Mitra, Malcolm McDowell y Bob Hoskins
Duración: 113 minutos
Calificación: 7 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
La historia transcurre en el Reino Unido de Gran Bretaña, durante el año 2035. Previo a esto, allá por 2008, un virus letal denominado "La Parca", azota y extermina a la población de Escocia. Dicho país británico queda confinado a una cuarentena indefinida detrás de un muro descomunal, que presenta similitudes con la Gran Muralla China.
Escocia pasa a ser un país fantasma, hasta que allá por 2035, el virus recrudece al otro lado del muro, concretamente en territorio inglés. La población empieza a experimentar los síntomas y a perecer en masa. Sin embargo, el Primer Ministro y sus inescrupulosos asesores averiguan que detrás del muro, en la olvidada Escocia, han comenzado a aparecer señales de vida... lo cual da lugar a pensar que una cura al virus es posible, y si la hay, se halla detrás de aquél paredón.
Es aquí cuando es convocada la Mayor Sinclair (la actriz inglesa Rhona Mitra (desbordante de musculatura y sex appeal), intérprete de "Underworld: Rise of the Lycans" y "Beowulf", entre otras; para que se dirija -acompañada de un minúsculo grupo de militares y científicos- a la depredada (y nuevamente muy peligrosa) zona escocesa. Sinclair es una sobreviviente de la noche en la cual se cerró definitivamente el muro, veintisiete años atrás, situación en la cual perdió un ojo de un balazo, en brazos de su madre. De hecho, el de Eden Sinclair es un personaje atormentado, quien busca señales de su pasado, y saber quién era su madre, a quien le debe su sobrevida.
La película está muy bien filmada y es sumamente violenta. El director Neil Marshall no escatima mostrar escenas duras, varias de ellas de dudoso gusto (como cuando una tanqueta aplasta y masacra a una vaca en el camino).
Los personajes que moran en la Escocia del 2035 se dividen en dos clanes: uno de ellos se agrupa bajo la figura de una especie de Punk demente y esquizofrénico; y el otro detrás de un ex científico, el cual se supone conoce la cura que busca la protagonista. En medio de abundante y desbordante acción, la lucha de Sinclair contra todos los moradores de la zona contaminada, trae reminiscencias de "Mad Max" (Muchas reminiscencias... hay una escena de persecución en una carretera que parece un calco tomado de aquél clásico del cine futurista).
Hay un momento en el film que es decididamente fatal: el líder de las pandillas Punks presenta una especie de acto de comedia musical, bailando y montando un show al ritmo de canciones ochentosas... pese a que la acción de esta secuencia finaliza con un soldado inglés quemado y devorado por estos pseudo caníbales, creemos que esta parte de "Doomsday" es por lejos, lo peor de la película. Y nos quedó demasiado grabada en nuestras retinas, por lo cual el mérito del film bajó considerablemente. Demasiado delirante y descolgado.
Las actuaciones son todo lo correctas que se pueden pedir para un film violento y sin grandes pretensiones. El histórico Malcolm McDowell ("La Naranja Mecánica", "Hospital Britannia", "Halloween", etc.) aparece en el papel del científico que lidera una suerte de comunidad medieval en la Escocia del 2035, en una performance no del todo convincente.
Rhona Mitra llena de sensualidad a la Mayor Sinclair, poniendo sus músculos en tensión en todo momento.
Y el que se lleva las palmas por su composición de Sol, el descontrolado líder Punk, es Craig Conway, entre cuyos escasos antecedentes cuenta el de haber compuesto a uno de los rastreros monstruos subterráneos en la inquietante "The Descent", en 2005.
En resumen: vale la pena verla, porque es muy entretenida y no cae en baches de aburrimiento. Si sos fan de Rhona Mitra, más aún. Aunque no es un film que vaya a cambiar la vida de nadie, claro está.
Título: Doomsday (Juicio Final)
Año: 2008
Origen: Reino Unido / Estados Unidos
Director: Neil Marshall
Principales intérpretes: Rhona Mitra, Malcolm McDowell y Bob Hoskins
Duración: 113 minutos
Calificación: 7 puntos
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
viernes, 11 de junio de 2010
Robin Hood
Gratísima experiencia resultó la de ir a ver esta gran producción del reconocido y exitoso director Ridley Scott ("Cruzada", "Hannibal", "Gladiador", etc.), que cuenta con Russell Crowe, Cate Blanchett (foto) y el mítico Max Von Sydow en sus roles principales.
La película es abundante en dureza y violencia, aunque sin perder de vista el toque de humor necesario. Las escenas de batallas y combates están brillantemente logradas, especialmente la del desembarco de las tropas del Rey Felipe de Francia, las cuales se traban en una sangrienta refriega con los Caballeros ingleses que defienden la endeble posición del Rey Juan en su trono.
Se destacan muy especialmente las preciosas caracterizaciones de Max Von Sydow (que recientemente acaba de cumplir 81 años!) en el papel de Sir Walter Locksley, quien toma a Robin como su propio hijo, tras el asesinato de aquél; de la subyugante australiana Cate Blanchett ("El Curioso Caso de Benjamin Button", "Indiana Jones & el Reino de la Calavera de Cristal", "El Aviador", etc.) encarnando a Lady Marion; y porqué no, de Oscar Isaac, quien le da vida a un patético y lamentable Rey Juan de Inglaterra.
La fotografía está a la altura de las interpretaciones y del director, la cual hará las delicias de los amantes de las viejas historias enmarcadas en castillos y bosques sombríos.
A la salida del cine nos preguntábamos acerca de la veracidad histórica del personaje de Robin Hood, quien sin duda ha sido alimentado por una leyenda que ha de haberse magnificado y agrandado, generación tras generación. Lo indudable es que la película merece ser vista -sin dudar-, y se ha transformado en la mejor versión de este romántico proscripto británico, de todas cuantas hemos podido presenciar.
Absolutamente recomendable!
Título: ROBIN HOOD
Año: 2010
Origen: Estados Unidos / Inglaterra
Director: Ridley Scott
Principales Intérpretes: Russell Crowe, Cate Blanchett, Max Von Sydow, William Hurt y Mark Strong.
Duración: 140 minutos.
Calificación: 8 puntos.
Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
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